La parte oculta de la era post COVID son los daños colaterales que generó a la salud pública del país, que en invierno se conjuga en cuadros de resfríos y gripes y, por supuesto, neumonías, bronquitis, influenza y nuevas variantes de COVID, enfermedades que, ven un alza del 14.66 por ciento en el costo de las medicinas en general.
El tratamiento para aliviar estos cuadros gripales suelen incluir tabletas, jarabe, algún ungüento y tés. De un sondeo realizado por la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) se desprende que el costo promedio de estos insumos va desde los 262 pesos, adquiriendo medicinas genéricas, hasta los 1,008 pesos si se opta por medicamentos de patente.
De este mismo estudio se advierte que, en comparación con los costos del año pasado, se tuvo un incremento de 14.66 por ciento. Sin lugar a dudas la economía popular se está viendo afectada por este gasto recurrente de consumo obligado de medicinas.
“Los casos de resfríos y gripes son cada vez más severos. La gente suele caer en cama, sufre de una condición irregular de sueño, problemas respiratorios que los lleva a no poder oxigenar su cuerpo como debe ser, padeciendo todo esto por varios días y hasta semanas, es decir, estas enfermedades se han prolongado más de lo normal. En consecuencia, las personas tienen que ausentarse de sus trabajos y, quienes no pueden darse ese lujo, acuden a sus labores a medio vapor, con cansancio, tos, pecho congestionado, escurrimientos nasales y todo esto sin seguir medida alguna de prevención para evitar contagios”, explicó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
Las personas que se enferman no logran aliviarse con la medicación regular de libre prescripción. Los medicamentos de alta demanda popular no están siendo tan efectivos como lo eran antes.
“Esta factura postdatada de la pandemia que padecimos en 2020-2021 aún nos está generando estragos sanitarios y económicos. No quedamos aliviados del todo al no recuperar el estado de salud que teníamos previo al COVID”, dijo.
A esto se suma la fuerte disputa del mercado nacional de medicamentos entre los sectores público y privado, con respecto a su administración y cómo garantizar su abasto de manera regular en las farmacias e instituciones de salud públicas. Este litigio de perder-perder en algunos momentos ha provocado escasez de medicamentos y elevado los precios de las medicinas más socorridas en esta etapa invernal, regularmente automedicadas por la gente.