Se dio a conocer que el portal Holy Spirits, que ofrece una selección de licores y destilados que, además de llevarlos hasta su casa, rinde homenaje a productos mexicanos únicos que sólo encontrarán en el sitio.
Este es un portal de bebidas espirituosas genuinas, algunas originarias de México, como el mezcal, tequila, bacanora o charanda; y otras que nacieron en diferentes partes del mundo, como el whisky, vodka o ginebra, pero con un toque orgullosamente nacional por el que esta plataforma apuesta, ya que hoy es más importante que nunca el consumo local.
Al hablar del catálogo del portal se habla de distintas regiones del país, de sus paisajes, tradiciones, ingredientes, procesos: un ecosistema de experiencias que, además de mantener viva la cultura, nos permite aprender de la riqueza de la botánica nacional, sus sabores y bebidas.
El consumo de bebidas espirituosas en México se remonta a las culturas precolombinas.
Sin embargo, durante la colonia e incluso hasta el siglo XX, se dio un prohibicionismo que amenazó su supervivencia.
Ante esta situación, muchos productos y productores se vieron obligados a vivir en la clandestinidad para pasar desapercibidos entre montañas y valles, hasta que dos bebidas emblemáticas nacionales: el tequila y el mezcal, ayudaron a abrir brecha para que se empezaran a reconocer otros grandes destilados que hoy se abren paso y ganan terreno en las mejores mesas y entre los paladares curiosos.
La curaduría que “Holy Spirits” propone retomar la rica experiencia que sólo algunos ingredientes mesoamericanos y procesos locales imprimen a estas bebidas espirituosas excepcionales, que no son fáciles de conseguir comercialmente, y pone a un clic de su casa bebidas más conocidas con un toque muy mexicano: desde mezcales y tequilas artesanales, hasta ginebra de la Ciudad de México, vodka de Oaxaca o ron de Chiapas, todos elaborados con los más altos estándares de calidad y absolutamente singulares.
Además, en su sección “Leyendas líquidas”, presenta productos únicos como:
Bacanora, un destilado sonorense de una especie endémica de agave que fue prohibido durante 77 años y que sólo sobrevivió porque las culturas de la región salvaguardaron su técnica de producción hasta hoy.
Charanda, cuyo nombre purépecha significa “tierra colorada” en honor al cerro del mismo nombre, ubicado en Uruapan, Michoacán, donde nacen las cañas de azúcar que le dan vida, a 3800 metros sobre el nivel del mar.
Pox, una de las bebidas tradicionales más antiguas de México, es un fermento de piloncillo y maíz originario de Chiapas que se elabora de forma artesanal y sigue siendo utilizado por terapeutas tzeltales y tzotziles.
Raicilla, bebida que fue prohibida hasta que obtuvo su denominación de origen, elaborada principalmente de dos agaves: maximiliana y lechuguilla, cultivada y producida en Jalisco y Nayarit.
Sotol, que a diferencia de otros destilados no se hace a partir de un maguey sino de una cactácea llamada sereque en el desierto de Chihuahua, Coahuila y Durango, y se utiliza como brebaje ceremonial entre tarahumaras y anasazis.
Tuxca, originario de Tuxcacuesco, en la sierra de Amula, en Jalisco, se distingue de otros destilados de agave por su alto volumen alcohólico de 45 a 60 grados.
Yolixpa, cuyo nombre significa “medicina del corazón”, una mezcla de hierbas selectas endémicas de Cuetzalan, Puebla, que dan como resultado un remedio natural para el corazón.
Este proyecto es encabezado por Carlos Verástegui, director general en Ache y TimeOut México, y socio de los festivales Bahidorá, Akamba, Solar, entre otras iniciativas, incluida la plataforma Holy Spirits.
Cuenta con una experiencia de más de 15 años trabajando en la industria del licor, desde donde han surgido muchos de los premios que han colocado a Ache como la agencia independiente más premiada del país, entre los que destacan Cannes Lions, Effies México, Effie América del Norte, Clio Awards, entre otros.