El partido de Super Bowl de este próximo domingo es muy atractivo y convocará a muchos a verlo, habrá bares llenos y muchas reuniones en casas. México seguirá esta fiesta de futbol americano. La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) realizó un monitoreo de precios de lo que podría costar y una reunión entre familiares o amigos podría costar hasta 8,709 pesos.
Una reunión de diez personas con hotdogs, cerveza, papas, guacamole y refrescos en casa puede costar hasta 1,706 pesos, mientras que un mismo consumo en un sport bar puede llegar a costar hasta 4,830 pesos. Ahora, si se incluye tequila y más variedades de comida como palomitas, nachos, alitas y hamburguesas, el costo en casa se eleva a 3,596 pesos, mientras que incluir estas opciones en el restaurante o bar puede llegar a elevar la cuenta hasta los 8,709 pesos.
El guacamole es la botana estelar que no puede faltar en ninguna reunión que se organice para ver el Super Bowl, por lo que tan grande como es su audiencia, son las personas que estarán degustando guacamole a la hora de ver el partido y el show del medio tiempo.
“La cereza de este pastel, sin lugar a duda, lo representa el guacamole con totopos, que se ha convertido en la entrada obligada al comer en cualquier tipo de restaurante al que se vaya. Los estadounidenses se han vuelto proclives al consumo de guacamole y para hacerlo no hay más que de una sopa: tener aguacate. Su alta demanda ha elevado su importación y los Estados Unidos nos compran cada vez más toneladas. Los principales productores de aguacate en el país son Michoacán, que aporta cuatro quintas partes de la producción nacional, Jalisco y Estado de México. Aproximadamente el 86 por ciento de lo que producimos es comprado por el vecino del norte”, explicó Cuauhtémoc Rivera, presidente de ANPEC.
El aguacate ocupa el cuarto lugar en valor de exportaciones en el país, superado únicamente por la cerveza, el tequila y frutos rojos. Sólo para el Super Bowl se exportarán aproximadamente 130 mil toneladas del llamado oro verde. Además este consumo se ha convertido en un símbolo de unidad binacional entre México y Estados Unidos. De esa manera, gestan una gran supra nación, la mexicoamericana, naciendo y floreciendo así Norteamérica, con los mexicanos como parte sustantiva de su ADN.
Pero como todo en la vida, el reto mayor, más allá de que gane el mejor entre Los Jefes de Kansas City o los 49ers de San Francisco, para los productores de aguacate mexicanos, es que las pandillas de delincuentes que flagelan al territorio nacional no les causen estragos a sus envíos de aguacate que van en marcha a todo vapor para abastecer el mercado norteamericano, esperando lograr un envío libre de extorsión, denunció.