Honeywell anunció que ENEOS, una empresa energética líder en Japón, utilizará la tecnología de la compañía para desarrollar el primer proyecto mundial de portador de hidrógeno orgánico líquido (LOHC) a escala comercial.
La innovadora solución permite el transporte de hidrógeno limpio a largas distancias, ayudando a satisfacer las demandas de uso de combustible y los requisitos de seguridad en diversos sectores, mientras que a la vez se aprovechan los activos e infraestructuras de refinamiento existentes. Este proyecto de Honeywell está alineado con las tres megatendencias estratégicas de la empresa: la automatización, el futuro de la aviación y la transición energética.
«Con un transporte de larga distancia más rentable, nuestro portador de hidrógeno orgánico líquido proporciona un método más eficiente de adecuar la oferta y la demanda internacional del combustible, lo que le permite desempeñar un papel crucial en la combinación energética a medida que avanzamos hacia economías con bajas emisiones de carbono», dijo José Fernandes, Presidente de Honeywell LATAM y VPGM de Energy & Sustainability Solutions (ESS). «Al proporcionar soluciones para ayudar a superar los desafíos del transporte de hidrógeno, Honeywell está apoyando a ENEOS en la transición hacia un futuro impulsado por el combustible.»
Este es uno de los varios proyectos de transporte de hidrógeno en los que colaboran Honeywell y ENEOS. En la solución LOHC de Honeywell, el gas hidrógeno se combina químicamente mediante el proceso de hidrogenación de tolueno de Honeywell en metilciclohexano (MCH), el cual es un conveniente portador líquido, compatible con la infraestructura existente. El combustible de estos emplazamientos se exportará del mismo modo que los productos petroquímicos a ENEOS en Japón en forma de MCH. Una vez en su destino, el hidrógeno se recuperará mediante el proceso de deshidrogenación del MCH de Honeywell y se liberará para su uso, mientras que el tolueno podrá devolverse para ciclos posteriores.
Se espera que este combustible desempeñe un papel fundamental en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. En condiciones normales, es un gas inflamable de baja densidad y no puede transportarse de forma eficiente y segura. Las soluciones actuales para transportar hidrógeno incluyen licuarlo y utilizar portadores químicos como el amoníaco, cada uno de los cuales requiere infraestructuras adicionales para producirlo y transportarlo.