En un panorama de nearshoring, la energía se está volviendo un insumo prioritario para que las empresas tengan la confianza de trasladar sus instalaciones al país. Dicho reto energético comienza a ser un enorme reto, pues en los Estados del norte y del bajío -regiones más industrializadas del país-, padecen de apagones y ante la inacción federal, las autoridades estatales impulsan las energías renovables y mantienen de forma permanente la solicitud de ampliar las redes de electricidad, que tienen un atraso de modernización en su cableado.
El rezago en la infraestructura eléctrica de México provoca saturación en las redes de transmisión, por lo que ahora, en pleno 2023, es complicado poder desarrollar zonas industriales estratégicas del país, indica la Confederación Patronal de la República México (Coparmex).
Mientras que el Centro Nacional de Control de Energía indica que en México se requieren más de 15 mil km de líneas de transmisión, con una inversión de 20,000 millones de dólares y más de 25 mil km de líneas de distribución con una inversión de 17,500 millones de dólares.
Al respecto, Luis Francisco Flores, director y gerente de Ventas México de Hitachi, estima que al 2050, la electricidad será la columna esencial de todos los sectores industriales. “Un ejemplo de la necesidad energética es que todos los sistemas digitales que guardan sus datos en la Nube en 2023, tuvieron un consumo de energía 460 terawatts por hora y en 2026 serán 1,000 terawatts, un doble en tres años, no olvidemos que el bajío se busca convertir en un hub de data centers. Cabe recordar que Querétaro es el lugar 14 a nivel mundial en capacidad energética instalada.
Indicó que se tiene que instalar cuatro veces más de sistemas de energía renovable al 2030, para subsanar la demanda que exigen los data centers. Por ello, se busca asistir para que la energía se conecte de forma adecuada a la red eléctrica. Aunado a tener un panorama de nearshoring, que en 2030 puede generar 4 millones de empleos y una derrama de 50 mil millones de dólares al año.
Indicó que la extensión de red en México y el mundo debe ampliarse y llevar energía renovable a la población. También se debe suministrar energía a los sectores de transporte, los data centers, logística, que hace prioritario ampliar la red de electricidad, con conexión a los sistemas renovables. “En materia de seguridad energética se debe tener una fuente muy variable -con crecimiento de los sectores renovables- y uso de sistemas de seguridad para la data eléctrica con aplicación de la Inteligencia Artificial.
Cabe mencionar que en México, el 76 por ciento de la generación de electricidad proviene de fuentes convencionales y el 24 por ciento de fuentes renovables. El 66.1 por ciento de la planta de generación usa combustibles fósiles, mientras que las otras fuentes son: hidroeléctrica, 14.1 por ciento; eólica, 8.6 por ciento; solar, 7.9 por ciento; nuclear, 1.8 por ciento; geotérmica, 1.1 por ciento y bioenergía, 0.5 por ciento. La edad promedio del parque de generación es 52 años.
Por su parte, Javier Pastorini, CEO de Siemens Energy México, Centroamérica y el Caribe, señaló que el crecimiento de la red de transmisión, debe ser una prioridad en un marco de transición energética. Por ello, se debe mover la energía y en penetración de las energías renovables (que son intermitentes), por ende, las mismas deben ser producidas y movilizar sus derivados al centro de consumo.
Ello, exige tener tecnología moderna para dar estabilidad con baterías y tecnologías de estabilidad de la red. En México crecen proyectos de reforzamiento de la red en subestaciones o nuevas líneas de transmisión.
De acuerdo a la la Comisión Federal de Electricidad (CFE), el consumo de energía en Querétaro no ha aumentado, pues en 2018 el registro fue de 5 mil 447 millones 354 mil 326 kilowatt por horas (kw/h) y en 2022 pasó a 5 mil 953 millones 785 mil 67 kwh.