La organización Conservación Internacional enfatiza la importancia de que las empresas no solo adopten prácticas sostenibles en sus procesos de producción, sino también inviertan en la conservación de la naturaleza para abordar los desafíos climáticos actuales.
La iniciativa privada juega un papel fundamental en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y en la limitación del aumento de la temperatura media global para no superar la barrera de los 1.5ºC al 2030.
Leticia Gutiérrez Lorandi, vicepresidenta de Conservación Internacional para México, afirma que «es esencial que las organizaciones establezcan objetivos científicamente fundamentados que ayuden a prevenir los impactos del cambio climático, fomenten el crecimiento empresarial sostenible y demuestren compromisos tangibles ante consumidores cada vez más conscientes».
Una encuesta realizada por dicha organización y la We Mean Business Coalition revela que el 92 por ciento de las empresas a nivel mundial consideran la reducción de las emisiones atmosféricas como una prioridad urgente.
En este contexto, la inversión corporativa en la naturaleza es crucial. Las empresas deben desarrollar soluciones climáticas naturales que contrarresten los efectos del cambio climático, integrar la sostenibilidad en las cadenas de suministro y apoyar sistemas de producción más resilientes y con menos impactos sociales y ambientales.
«Es necesario que las compañías inviertan en esfuerzos para proteger a la naturaleza, ya que durante siglos el desarrollo económico se ha producido a expensas de esta», enfatizó Gutiérrez Lorandi. Por ejemplo, para el año 2050, se necesitarán 300 millones de hectáreas adicionales de tierra para satisfacer la creciente demanda de productos agrícolas, a menos que la agricultura se convierta en un proceso sostenible y a largo plazo, que represente un cambio en las prácticas habituales de gestión de la tierra.