Las emisiones de metano en el país podrían ser casi dos veces y medio mayores que las reportadas en el Inventario Nacional de Emisiones de Gases y Compuestos de Efecto Invernadero, según se ha identificado a través de diversas mediciones satelitales y otras fuentes, señaló Sergio Sánchez, Director Senior de Política de Aire Limpio Mundial del Environmental Defense Fund (EDF).
Durante un encuentro convocado por el Centro Mexicano de Derecho Ambiental, A.C. (CEMDA), expertos y representantes de organizaciones que trabajan con comunidades de Tabasco y Veracruz compartieron experiencias y opiniones para alertar sobre los impactos negativos que las emisiones provenientes de hidrocarburos, particularmente de metano, tienen sobre la salud de las personas y comunidades a nivel local.
Sergio Sánchez puntualizó que el metano representa casi la tercera parte de la contribución al calentamiento global actual y también tiene impactos negativos en la salud. Señaló que, cuando hablamos de controlar las emisiones de metano, hablamos de controlar también otras sustancias y compuestos que se liberan en la extracción, distribución y refinación de hidrocarburos como los óxidos de nitrógeno, el dióxido de azufre y las partículas finas PM10 y PM2.5, entre otras.
Durante su presentación, recordó que el satélite MethaneSAT, lanzado el pasado 4 de marzo, es capaz de captar las emisiones a menos de un kilómetro. Este tiene capacidades de detección sin precedente y realiza una cuantificación avanzada de tasas de emisión y flujos, las cuales son transparentes, gratuitas y públicas.
“Las mediciones del satélite indican diferencias significativas con el inventario nacional. Mediciones aéreas y análisis de datos de satélite (TROPOMI y VIIRS) indican que las emisiones marinas son mucho menores y las terrestres son considerablemente mayores que lo reportado previamente”. Enfatizó que “las emisiones en México podrían ser casi dos veces y medio mayores que las reportadas en el Inventario. Una instalación en particular, Nuevo Pemex, muestra emisiones significativamente altas debido a la quema ineficiente de gas”, apuntó Sánchez.
La cercanía de comunidades a estas operaciones aumenta el riesgo de efectos adversos para la salud. Los hallazgos de Nuevo Pemex, cercana a poblaciones en Chiapas y Tabasco, resaltan la urgencia de adoptar medidas para reducir las emisiones.
Por su parte, Verónica Southerland, investigadora de EDF, compartió parte de su trabajo sobre este tema. Señaló que se han confirmado afectaciones en el cerebro, corazón, páncreas, riñón, tracto respiratorio, pulmón y órganos reproductivos y la piel.
“En los estudios hemos encontrado que los óxidos de nitrógeno (NO2) presentaron la mayoría de los fallecidos, por lo tanto, los estudios que no incluyen NO2 están subestimando impactos a la salud”.
Durante el encuentro participaron también representantes de organizaciones de la sociedad civil que trabajan con personas y comunidades que viven en zonas aledañas a la extracción, transporte, distribución y quema de combustibles fósiles.
Juan Manuel Orozco, coordinador de proyectos de Conexiones Climáticas, quien ha trabajado y vive en la región de la Chontalpa, en Tabasco, donde está la refinería Olmeca de Dos Bocas, señaló que en las personas de la región viven de forma cotidiana las afectaciones ambientales y a la salud de las emisiones de hidrocarburos.
“La comunidad sabe que los casos de cáncer han aumentado, que hay problemas de partos prematuros y deformaciones, una normalización de “alergias”, pero tienen una dependencia económica de la actividad de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el estado”, dijo.
Indicó también que se ha dado poco mantenimiento a la infraestructura, incluso se han visto afectados por las fugas que han llevado a varias personas a ser hospitalizadas. Orozco alertó también respecto de que estos problemas se agravarán por la actividad de la refinería Dos Bocas y por el hecho de que ésta será alimentada por gasoductos que van a traer el gas extraído por medio de fracking de Estados Unidos, para quemarse en la planta de ciclo combinado de la misma.
En su intervención, Diana Morales, directora de Mujeres por la Sostenibilidad Ambiental y Alimentaria (MUSSA) llamó a no analizar las cosas únicamente desde la ciencia, sino enfocarlo como un problema socioambiental y sociocultural. Destacó la importancia de construir un modelo sistematizado, cualitativo de indicadores que incluya también el análisis de los territorios, los cuerpos de las personas, la forma como se ejercen violencias contra la naturaleza, contra los bienes naturales y contra las mujeres. Alertó respecto de que la actividad de hidrocarburos, además de impactos a la salud, ocasiona otros problemas tales como la pobreza, violaciones a derechos humanos, desplazamiento de comunidades, despojos de tierras y criminalización de las personas defensoras ambientales y del territorio.
Finalmente, Claudia Velázquez, Coordinadora Operativa de Mujeres, Organización y Territorios (MOTTS, AC), participó a través de un video señalando que hay comunidades que se han visto afectadas por el sector petrolero en Tabasco, donde se han producido cambios en la vida comunitaria como es el abandono al campo, a la pesca y a otras actividades locales, para incorporarse al sector de hidrocarburos. Mencionó la contaminación del mar, del agua de los suelos y del aire, como algunos de los problemas ocasionados por la extracción y quema de hidrocarburos en la región.