Se sabe que el tener relaciones sexuales generalmente es capaz de reducir el estrés, puede considerarse como una excelente actividad previa al sueño. En 2016, la Universidad de Ottawa, Canadá, analizó los resultados de 12 artículos de investigación basados en el vínculo entre el sexo y el manejo del sueño/estrés.
Este estudio tuvo como objetivo comprender si la actividad sexual antes de dormir podría ayudar a aliviar los síntomas del insomnio en las mujeres, y concluyó que el sexo antes de dormir reduce el estrés debido a la liberación de una hormona específica: la oxitocina.
Además de aumentar la sensación de conexión emocional y mental, esta hormona también funciona como regulador del estrés que nos hace relajarnos y proporcionar una mejor calidad de sueño. Además, otro estudio que incluyó a más de 700 participantes de 18 años o más, tanto mujeres como hombres, demostró que un orgasmo antes de dormir puede ser beneficioso para una noche de sueño reparador y tranquilo.
La mayoría de los participantes indicaron que sintieron un aumento en la calidad del sueño al alcanzar el orgasmo, ya sea solos o en pareja. Durante el orgasmo, el cuerpo también libera hormonas: especialmente oxitocina y prolactina que nos proporcionan una sensación de placer. Tener un orgasmo también puede ayudarnos a reducir el nivel de la hormona relacionada con el estrés, conocida como cortisol. La combinación de todos estos cambios hormonales crea una sensación de somnolencia, lo que facilita conciliar el sueño.
Por otro lado, el sueño también juega un papel importante en nuestra sexualidad, y no priorizarlo puede afectar nuestra vida sexual. Asimismo, la falta de sueño puede contribuir a la disfunción eréctil. Cuando nos falta sueño, tenemos menos energía y nos volvemos más irritables, y esto a su vez puede limitar nuestra intimidad por una razón: cuando estamos agotados, no sólo nuestro nivel de cortisol aumenta, sino que también suprime la testosterona, la hormona encargada de aumentar la libido en mujeres y hombres.
Además, la testosterona no sólo aumenta nuestra libido, sino que también influye en la probabilidad de tener un orgasmo. En consecuencia, es posible afirmar que dormir es importante para nuestro nivel de testosterona, lo que aumenta directamente la libido para tener más y mejores relaciones sexuales.
La Dra. Verena Senn, neurobióloga y jefa de investigación del sueño en The Sleep Company, explica cómo el sueño es vital para nuestro bienestar. “Nuestro sueño está influenciado por muchos elementos de nuestra vida diaria, y uno de ellos es nuestra sexualidad. La actividad sexual favorece la producción de importantes hormonas como la oxitocina y la prolactina, que proporcionan una sensación de placer y relajación, por lo tanto, mantener un buen horario de sueño puede mejorar nuestra vida sexual, y al revés”.
Razones por las que un sueño de calidad es el secreto para tener buen sexo. Una buena calidad de sueño:
Aumenta nuestra producción de testosterona y especialmente la de los hombres. Cuantas más horas de sueño, mayor será la producción de testosterona.
Equilibra el sistema nervioso autónomo, lo que a su vez aumenta la probabilidad de tener un orgasmo; impacta la apariencia y da más autoconfianza. Permite ser más creativos; aumenta los niveles de energía, lo que puede tener un impacto en la resistencia sexual; dormir suficiente y suficiente hace más felices y relajados a las personas, facilitando una conexión más profunda con su pareja.