En la Ciudad de México se promueve la gastronomía ibérica que atrae a los propios mexicanos y al turismo extranjero. Cabe mencionar que en México se estima que ya casi se superaron los 16 millones de turistas internacionales en este año.
Para complacer el paladar de estos turistas, el restaurante La Mallorquina San Ángel –sur de la Ciudad de México- en alianza con la marca Castro y González, realizaron una cata de sus jamones ibéricos dirigida a los amantes de la gastronomía y de los sabores, que gustan de explorar y aprender sobre el arte y la tradición detrás de la elaboración del afamado jamón.
Dicho alimento tiene tres líneas que se caracterizan por su sabor, textura y aroma, los cuales cuentan una historia única que invita a los paladares más exigentes a explorar y descubrir los matices que distinguen a cada variedad. Desde el Jamón Ibérico hasta el Jamón Serrano, explorando los productos de Castro y González.
El evento realizado permitió que las personas degustaron los jamones guiados por expertos en gastronomía quienes compartirán tanto su conocimiento sobre el proceso de elaboración, así como las diferencias regionales y mejores prácticas para apreciar plenamente cada bocado.
Dentro del evento, también se gozó de una cata de vinos de la casa, con la que probaron quesos de La Mallorquina, en una experiencia que les permitió aprender a distinguir con qué vino acompaña mejor a este tipo de alimentos.
Cabe mencionar que la Secretaría de Turismo federal dio a conocer que, en el primer trimestre de 2024, se transportaron 30 millones 136 mil pasajeros, de los cuales 14 millones 112 mil fueron en vuelos nacionales, y 16 millones 23 mil, en vuelos internacionales, muestra del poderío mexicano en turismo.
Se dio a conocer que la marca Castro y González, se distingue por la promoción de sus alimentos para que los prestadores de servicios turísticos consoliden al país como un destino gastronómico de alta calidad.
En México, diversos locales como La Mallorquina, permite que el turismo internacional y los mexicanos disfruten de la cocina internacional, inspirado en la cocina clásica de mamá y la abuela, como un reflejo de lo que se sirve en las mesas de las casas del norte en España, de Galicia, de Asturias y del país vasco.