A grandes rasgos, los negocios financieros monetizan cuatro cosas, esto, dependiendo de lo que su licencia les permita: rendimientos sobre las inversiones, intereses sobre los créditos, comisiones sobre las transacciones y las tasas de intercambio entre instituciones y ese modelo de negocio es exactamente el mismo en todas las instituciones financieras, tradicionales o de nueva generación.
“Las instituciones financieras de nueva generación son, en su mayoría, un negocio de volumen, sin embargo, no necesariamente persiguen un mercado de inclusión y para atraer al segmento de la población no bancarizada, deben ofrecerles los productos que buscan, que muchas veces no son los que ya tienen en su oferta.
Para este caso existe un orden de captación de nuevos clientes no bancarizados, en donde idealmente hay que convencerlos primero de meter su dinero al sistema, después acompañarlo para que conozca la gama de productos y servicios que cubra sus necesidades y que además le ofrezca un valor, por ejemplo, que su dinero invertido genere rendimientos o tener acceso a créditos que le generen oportunidades que impacten positivamente su estilo de vida”, explica Ernesto García, CEO de AurumCore.
Además de analizar algunas de las razones por las que las instituciones financieras de nueva generación no son rentables en el corto plazo, el white paper detalla algunos elementos característicos sobre los grupos de la población en el país que usan o tienen necesidad de servicios financieros digitales. Sin embargo, el CEO de la compañía identifica algunas de las razones por las cuales la oferta actual no podría definirse como banca de inclusión.
Ernesto explica que existe una desconexión entre quienes desarrollan los productos y el grueso de la población a la que van dirigidos. “Poco se habla de la falta de conciencia de clase entre los que actualmente dirigen y desarrollan los productos financieros digitales que ofrecen las Fintech, que dan prioridad al desarrollo de la tecnología, por encima del servicio al cliente y entonces existen plataformas y ‘super apps’ que funcionan muy bien, pero que no resuelven los problemas del segmento de la población que está desatendido”.
Añade que “por parte de AurumCore, la plataforma sustenta productos de captación para el ahorro a plazo fijo o disponibilidad inmediata, además de contar con un modelo pricing escalable que facilita la rentabilidad de las financieras al permitirles adaptar sus productos rápidamente para cubrir las necesidades de este segmento desatendido”.
Para que la banca sea verdaderamente la banca de inclusión o las tendencias Fintech sean sostenibles necesitan ser rentables, no serán rentables a menos que desarrollen modelos de negocio que sean relevantes, sin embargo, la relevancia no la definen las instituciones, la valida el mercado. Lo que sucede actualmente en la mayoría de estos servicios es una captación de usuarios a fuerza bruta, con tasas muy agresivas con competencias inclusive desleales, pero que en el corto plazo no es rentable, porque los productos y las super apps detrás de ellos están dirigidos al sector de la población que ya está bancarizada.
Ese enfoque en lo tecnológico por sobre lo financiero o por sobre el valor del servicio que ofrecen, les resta mercado a las Fintech. Aunque no parezca, la población bancarizada está más o menos satisfecha con los servicios que obtiene de las instituciones financieras tradicionales (bancos) que ya digitalizaron sus servicios y se mantienen en regla. Y aunque todavía pueden mejorar sus servicios, ningún producto de finanzas digitales de nueva generación le dará a ese segmento de la población, la transparencia, eficiencia y seguridad que ya tiene.
Añade que, “muchas de las personas ya bancarizadas vamos a usar estas instituciones financieras de nueva generación, estos productos Fintech como monedero, es la cuenta donde vamos a poner el dinero literal, que estamos dispuestos a perder, para no salir con la cartera, en lugar de traer las tarjetas de crédito del banco o sacar la cartera, traes esas tarjetas y aplicaciones, ‘por si te la roban’, lo escucho todo el tiempo”.
La banca de inclusión y la rentabilidad en el corto plazo está en los micro nichos, en la hiperpersonalización con una entrega y experiencia de usuario excepcional. Aquel que logra dar prioridad a la eficiencia operativa que proponga modelos de negocio y productos relevantes para un mercado desatendido o un mercado que tenga un dolor por resolver que esté atendido, pero con el que obtenga mejores beneficios, atraerá nuevos usuarios hacia una real banca de inclusión.
Pero para lograrlo, tienen que perseguir la eficiencia en todo momento, en sus operaciones, en su infraestructura tecnológica, en todo lo que hacen, tienen que ser muy correctos y transparentes en el cumplimiento de la regulación, es ahí en donde encontrarán rentabilidad en la disrupción. En ese sentido, AurumCore cuenta con alta configurabilidad en productos que soportan el Future Proof Design para que el desarrollo de servicios innovadores resulte más eficiente para las instituciones financieras de nueva generación.
“Que una institución financiera sea rentable, es un negocio conceptualmente muy sencillo, solo están cambiando el mercado al que se lo estás ofreciendo y el mercado lo necesita entregado de manera diferente, necesitan tasas diferentes, el acceso a productos financieros de calidad genera movilidad social y progreso. De nada sirve que haya acceso al crédito o acceso a la inversión si no es rentable para ambas partes, de nada sirve que ofrecen productos novedosos en teoría, de créditos con unas tasas altísimas que lo único que van a hacer es endeudar mucho más a las personas”, concluye García.