El Papalote Museo del Niño vive unos momentos muy contradictorios, pues la crisis sanitaria desde hace meses les impide abrir sus puertas de forma normal. Además que la contracción económica de las empresas donantes a esta Asociación Civil les pone en ciernes sobre su propia existencia.
El Museo se ubica en Avenida Constituyentes 268 en la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec, en Ciudad de México, tiene una asistencia promedio de unas 800 mil personas de forma anual.
Durante la etapa en semáforo naranja de la Ciudad de México tuvo oportunidad de abrir de forma escalonada sus puertas -17 de septiembre al 14 de diciembre-, pero debido a la emergencia sanitaria de la capital volvió a cerrar al 100 por ciento, poniendo en riesgo 159 empleos directos, además de cancelar contratos de mantenimiento.
En la web de Papalote Museo del Niño, se anunció que está en riesgo de desaparecer, debido a la crisis económica por la COVID-19. Debido a esta apremiante realidad, el museo lanzó la campaña: «Salvemos al Papalote», que busca recaudar 50 millones de pesos, de los cuales apenas se han sumado poco más de 1 millón de pesos..
«Por primera vez en 27 años, Papalote Museo del Niño está en riesgo de desaparecer y miles de niñas, niños y sus familias podrían dejar de disfrutar de este emblemático y querido espacio de juego, convivencia y aprendizaje.
«Necesitamos recaudar 50 millones de pesos para poder cubrir los costos operativos que incluyen los sueldos de 159 colaboradores y el mantenimiento del museo mientras permanezcamos cerrados», se lee en la web (www.papalote.org/donativos) donde se reciben donaciones desde 100 pesos.
La paradoja que padece la institución es el reciente anuncio del Consejo Nacional de Normalización y Certificación de Competencias Laborales (CONOCER), que entregó a colaboradores del Papalote Museo del Niño certificados de competencia laboral, avalados por la Secretaría de Educación Pública (SEP), en el Estándar de Competencia EC1203 Mediación de experiencias educativas en museos interactivos.
La certificación se debe a que los colaboradores del museo ofrecen una atención personalizada a los menores de edad y les garantizan una experiencia gratificante, motivo por el cual se vuelve necesaria no solo su capacitación, sino también la certificación en la función que desempeñan.
Los mediadores que recibieron la certificación y que han desempeñado su labor en el Papalote Museo del Niño por seis meses, además de recibir capacitación inicial y continua por más de 100 horas de formación.
Al respecto, la directora general de Papalote Museo del Niño y presidenta de la Entidad de Certificación y Evaluación, Dolores Beistegui, expresó su entusiasmo por este logro y reconoció que, desde el día de su creación, el museo ha tenido a los Cuates que han desarrollado un trabajo muy visionario, que es la mediación, y poder ser ese enlace entre los visitantes y la experiencia.
Señaló que la certificación no se logra sola, sino sumando talento, voluntades y competencias. Por ello, dijo, “en el Papalote creemos firmemente en la formación de talento y el gran capital humano; estaremos buscando nuevos retos, con nuevos socios, como el CONOCER y la Universidad Pedagógica Nacional (UPN)”.
El 5 de noviembre de 2019 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Estándar de Competencia Mediación de experiencias educativas en museos interactivos, desarrollado por Papalote Museo del Niño y la UPNl, con el objetivo de contribuir a la profesionalización de las y los mediadores educativos.