De acuerdo con un estudio reciente, realizado por el Centro de Investigación del Rambam Health Care Campus, se ha podido determinar que las mujeres embarazadas pueden reducir considerablemente la posibilidad de parir vía cesárea con tan sólo una caminata diaria.
Una simple caminata, sostiene la investigación, puede disminuir además los riesgos de presentar presión arterial alta, en consecuencia, preeclampsia; hemorragia posparto, diabetes gestacional y la necesidad de usar una epidural durante el parto.
El estudio, realizado en 2023 y liderado por el profesor Ron Beloosesky, director de la Unidad de Ecografía Prenatal de dicho nosocomio, contó con la participación durante seis meses de 401 mujeres con embarazo único y que planeaban un parto natural.
A través de tecnologías digitales e información recopilada de los teléfonos móviles de las mujeres embarazadas, se revisaron los datos de actividad física durante el período del estudio, centrándose principalmente en el recuento diario de pasos que realizaban.
La investigación revela que las mujeres en edad reproductiva promedian 4 mil 500 pasos diarios. Las participantes en el estudio caminaron un promedio de 3 mil 300 pasos antes de la concepción; sin embargo a lo largo de cada trimestre, su recuento diario de pasos disminuyó de 2 mil 900 pasos a cerca de 2 mil 100 pasos en el último mes.
Los resultados del estudio mostraron que las mujeres que caminaron un promedio de 2 mil 98 pasos tuvieron un mayor riesgo de partos espontáneos por cesárea que aquellas que caminaron un promedio de 2 mil 821 pasos. Es decir, tan sólo 723 pasos diarios marcaron la diferencia.
Asimismo, los investigadores observaron menos complicaciones derivadas de la hemorragia posparto en participantes que caminaron 2 mil 800 pasos en comparación con aquellas que caminaron solo 2 mil 160 pasos y menor riesgo de preeclampsia y diabetes gestacional en las mujeres que lograron caminar más.
“El peso de las madres, el tabaquismo y un historial previo de cesáreas no afectaron los resultados estadísticos en las categorías que examinamos, pero el número de pasos sí», explica el profesor Beloosesky.
«Los datos registrados en sus teléfonos muestran alrededor del 90 por ciento de la actividad física general de las participantes, lo que hace con que los datos sean una base confiable. Cuando intentamos obtener un “número dorado», un recuento de 2 mil 300 pasos por día durante todo el embarazo fue el más efectivo. Este número puede reducir el riesgo de cesárea entre cuatro o cinco veces y mejorar significativamente el riesgo de desarrollar otras complicaciones», completa Beloosesky.
Todavía no se puede precisar con exactitud por qué un paseo diario influye en el parto, dado que intervienen también otras variables, pero es innegable que caminar resulta beneficioso tanto para la madre como para el bebé.
A partir de los años noventa y hasta la actualidad, la tasa de partos por cesárea ha venido en aumento, convirtiéndose en un fenómeno mundial con una mayor práctica en países de medianos y altos ingresos.
En México el parto por cesárea es utilizado ampliamente; y en muchos casos se realiza sin ninguna indicación médica, lo que en no en pocas ocasiones supone complicaciones de salud tanto en la madre como en el recién nacido, señala el Instituto Nacional de Salud Pública.
En 2017, nuestro país ocupó el segundo lugar en la tasa de cesáreas, tanto en los países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) como a nivel mundial (46.8 y 48.7 por ciento, respectivamente).
Así, mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda una tasa de cesárea de 10 a 15 por ciento, y la Norma Oficial Mexicana 007 establece un máximo entre 15 y 20 por ciento.
Entre 2018-2019 México presentó una tasa de cesáreas de 48.8 por ciento; muy por arriba de lo que establece la máxima autoridad en materia de salud en el mundo.
Por último, Se ha observado una mayor realización de esta práctica clínica en mujeres menores de 20 y mayores de 34 años de edad, primíparas, en habitantes de áreas urbanas, con altos niveles de escolaridad y de estatus socioeconómico alto.