El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) señala que el nearshoring, puso a México en el lugar más favorable del mundo. Sin embargo, a cuatro años de iniciado este proceso, hasta ahora no se han hecho visibles sus beneficios ni en el ritmo de avance de la economía.
También se ha mencionado que para aprovechar plenamente este entorno es necesario una economía que funcione eficientemente, con características específicas que fortalezcan el atractivo de invertir en el país no solo por su condición geográfica.
Sin inversión pública que realmente incida en la actividad productiva y en proyectos con alta rentabilidad social y económica simplemente se inhibe el interés por invertir por parte del sector privado.
La falta de una infraestructura suficiente y moderna que reduzca significativamente los costos de transporte y de una política de energía eficiente que garantice la operación del sector productivo han hecho más cautelosa la inversión.
Sin embargo, es un hecho que la condición necesaria para la prosperidad es un Estado de Derecho que garantice reglas claras y justas que impulsen la inversión productiva a través de una regulación eficiente, la creación de nuevas, especialmente MiPymes.
Para el CCE es fundamental la existencia de órganos autónomos que se ocupen al máximo de la vigilancia de las políticas necesarias que aseguren un ambiente de legalidad. Esto no solo beneficia a la inversión sino a toda la población puesto que facilita un entorno de mayor empleo formal y mejor remunerado.
La insistencia en desaparecer los órganos autónomos e independientes para redirigir sus responsabilidades a las secretarías de estado solo limitará su función a los deseos del gobierno.
La existencia de un ambiente de negocios poco atractivo en el que prevalezca la falta de transparencia, una regulación ineficiente, un sector de energía débil, un sector educativo deficiente, sin duda pueden ser causa de un aumento significativo de la incertidumbre, mayor cautela de la inversión, y un menor optimismo sobre la evolución de la actividad económica.
Se requiere de órganos autónomos e independientes que propicien las mejores condiciones de mercado. Llevarlos a la Federación solo genera malas prácticas.