De acuerdo con la Academia Nacional de Medicina de México (ANMM), en nuestro país se efectúan aproximadamente 75 amputaciones diarias; es decir, más de 25 mil personas al año pierden un miembro. Entre las causas más comunes de amputación están los traumatismos, así como las enfermedades vasculares originadas por trombosis o por una diabetes.
En la actualidad, el número de pacientes amputados se incrementa anualmente debido a diversos factores como los traumatismos contundentes tanto en miembros inferiores como superiores; así como al envejecimiento de la población, que desarrolla algunos problemas crónicos, como diabetes y enfermedad vascular periférica.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) sostienen que, del total de amputaciones de las extremidades inferiores, entre 40 y 85% están relacionadas con problemas vasculares asociados con la diabetes.
En este contexto, se hace necesario recurrir a médicos especializados, terapias físicas y, en algunos casos, adquirir prótesis que permitan al individuo seguir con su vida o plantearse nuevas metas.
“En México, el sistema de salud pública enfrenta múltiples desafíos, contar con un seguro médico puede marcar la diferencia entre recibir tratamiento oportuno y enfrentar una crisis económica”, afirma Laura Reyna, directora de AARCO Mayorazgo.
Reyna recuerda que una póliza de gastos médicos mayores ofrece una red de protección que puede cubrir gastos hospitalarios, cirugías y rehabilitación, que son esenciales para la recuperación de los pacientes amputados.
“Además, proporciona acceso a especialistas y tecnología médica avanzada, los cuales son fundamentales para una atención integral. Sin un seguro adecuado, las personas pueden enfrentar altos costos que pueden resultar inalcanzables, poniendo en riesgo su bienestar y calidad de vida”, explica la especialista.
La realidad en México muestra que, aunque el sistema de salud pública es una herramienta valiosa, la cobertura universal aún tiene limitaciones. Las personas que no cuentan con un seguro médico privado a menudo enfrentan largos tiempos de espera y limitaciones en los recursos disponibles. En contraste, aquellos con seguros médicos privados tienen acceso a una atención más rápida y personalizada, lo cual puede ser crucial en situaciones de emergencia.
“La prevención y el tratamiento oportuno son claves para reducir el riesgo de amputaciones y mejorar la calidad de vida de quienes ya han pasado por esta experiencia. En este sentido, es vital que tanto el gobierno como los ciudadanos consideren el seguro médico no solo como una opción, sino como una necesidad esencial para garantizar la salud y el bienestar en situaciones críticas”, detalla Reyna.
Tal es caso de Yaotzaneth “Yao” Díaz quien a los 20 años tuvo un accidente vehicular: fue atropellada en la banqueta en insurgentes. Recibió atención oportuna y a pesar de los tratamientos Yao vivía con dolor, al paso de los meses ella misma decidió su amputación.
“No podía vivir con tanto dolor día y noche, así que pedí la cirugía. Cuando desperté sentí todo el alivio del mundo, luego se me ofreció el deporte como una herramienta de rehabilitación y lo tomé. Además, mi familia siempre fue deportista”, narra Yao.
Ahora, gracias a la tecnología desarrollada por Ottobock, una empresa alemana que lidera el desarrollo e investigación de tecnologías en el campo de la movilidad, y al cuidado de especialistas médicos, juega basquetbol adaptado (en silla de ruedas) y fue seleccionada nacional mexicana para los Juegos Centroamericanos Guatemala 2018 y Juegos Parapanamericanos Lima 2019, actualmente forma parte de las Diablas del Estado de México.
Otro caso emblemático es el del actor Juan Pablo Medina cuenta con más de 25 años de experiencia en el mundo de la actuación, ha participado en poco más de 30 películas y 31 programas y series de televisión y de servicio de streaming. En 2021, fue sometido a una amputación de la pierna derecha luego de desarrollar trombosis como resultado de un infarto.
Tras su recuperación física y mental, y todo el apoyo que recibió por parte de familia, amigos, médicos y fanáticos, Juan Pablo Medina sigue trabajando en diversos proyectos actorales. Además, de ser embajador de Ottobock, empresa alemana fundada en 1919, líder global en el desarrollo y fabricación de prótesis, ortesis y silla de ruedas.