En la lucha contra el cambio climático, la creación de proyectos sustentables y
energéticamente eficientes es más relevante que nunca. Los edificios y viviendas
con energía neta cero no solo reducen el impacto ambiental, sino que también
ofrecen una solución práctica para la gestión de recursos y la eficiencia energética
en un mundo que demanda cada vez más medidas sostenibles.
Esto es especialmente relevante considerando la contribución de las urbes al
calentamiento global: la ONU indica que las ciudades consumen hasta el 80% de
la energía mundial y emiten el 60% de las emisiones de gases de efecto
invernadero. Datos recopilados por Expo Cihac indican que para 2050, las
ciudades estarán habitadas por más de 2.5 mil millones de personas, lo que
incrementará ese nivel de consumo energético de forma sustancial.
¿Qué es una edificación con energía neta cero?
Una edificación con energía neta cero es aquella que produce la misma cantidad
de energía que consume durante un año, alcanzando un equilibrio que genera, a
su vez, un impacto positivo al medio ambiente. Este tipo de edificios se diseñan
con el objetivo de minimizar el consumo de energía a través de una combinación
de eficiencia energética y recursos renovables en el sitio.
Factores clave para lograr edificaciones energéticamente eficientes
Para alcanzar el objetivo de energía neta cero, es crucial que arquitectos,
diseñadores e ingenieros prioricen varios factores en el diseño y construcción de
edificios:


Eficiencia: Este es un factor primordial, ya que los edificios residenciales y
comerciales requieren grandes cantidades de energía para calefacción y
refrigeración, dependiendo de la región climática en la que se encuentren. Por
ejemplo, en climas extremos, los diseñadores deben considerar tanto el calor
abrasador del verano como el frío intenso del invierno.
Para ello, los materiales de construcción también juegan un papel crucial; los
edificios que emplean el vidrio, por ejemplo, se ven más afectados por la
temperatura en áreas con mucha exposición solar.
Ubicación y orientación: Un diseño bien planificado en este aspecto aprovecha la
luz natural y reduce la necesidad de iluminación artificial y calefacción.
Herramientas como SketchUp, en combinación con extensiones como Sefaira e
IESVE, permiten calcular la eficiencia energética considerando la ubicación, la
orientación, los modelos de iluminación natural y los materiales de construcción.
Estas herramientas también calculan las emisiones de carbono y apoyan el
análisis LEED, permitiendo decisiones informadas desde el inicio del proyecto.
Integración de tecnología: Los arquitectos que buscan diseñar edificios con
energía neta cero deben considerar la integración de sistemas de energía
renovable, como paneles solares, turbinas eólicas y sistemas de geotermia. Estos
sistemas permiten generar la energía necesaria para el edificio de manera
sostenible.
Sin embargo, la integración efectiva de estos sistemas en el diseño del edificio
requiere una planificación cuidadosa para asegurar que sean eficientes y
estéticamente compatibles con el proyecto. El papel del software 3D permite a los                                                                                arquitectos modelar y simular la colocación de estos sistemas para visualizar cómo                                                                                              se integrarán en la fachada del edificio; la forma en la que podrían afectar al
diseño del paisaje, y cómo se deben integrar correctamente para maximizar la
producción de energía con mínimas interrupciones estéticas.
La creación de edificios con energía neta cero no solo es una meta ambiciosa,
sino también una necesidad urgente en el contexto actual de cambio climático. Al
integrar sistemas eficientes y utilizar herramientas avanzadas como SketchUp,
podemos optimizar el diseño y mejorar la eficiencia energética, contribuyendo a un
futuro más sostenible y equilibrado.

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