El crecimiento constante de los bebés conlleva a que la ropa que utilizan sea desechada con muy poco uso, situación que al largo plazo y contabilizando a los miles de pequeñines en México sea una marejada de ropa a ser desperdiciada de forma insustentable.

Ana Dávalos, fundadora de la plataforma YoYo –enfocada a la compra y venta de ropa de bebés-, declaró que es necesario el fomentar la compra-venta de ropa seminueva de infantes y fomentar que dichos artículos sean usados por otros niños. “El revender una prenda reciclada permite reducir en 75 por ciento su impacto ambiental”.

Hay muchas razones por las que la moda sustentable es tendencia, pues cada vez es más sencillo encontrar páginas web o cuentas de Instagram dedicadas a ofrecer piezas, ya sea ropa o algunos accesorios. Esto antes era un tema tabú, pero con el tiempo las ideas han cambiado y más si se trata de ropa para bebés.

La idea es invitar a que la gente no se apegue a la ropa del bebé y se deshaga de ella, permitiendo que otros pequeños las usen y todo mundo se beneficie de una cadena de compra-venta que provoca ahorros económicos como ambientales.

“Es importante que las madres y padres entiendan que por cada pieza que ponen a la venta o deciden comprar, hacen que no se consuman más recursos y esto genera que no haya más contaminación al momento de fabricar más productos y que la prenda no termine en el basurero, cuando aún puede ser útil”, explica.

Sí, es posible tener ropa para niños cómoda y al mismo tiempo responsable con el ambiente. Es más, de esta manera, se fomenta el desapego hacia lo material y se establece la cultura de tener sólo lo necesario y funcional, del reciclaje, reutilización y reducción de nuestra huella en el planeta, dijo.

La industria de la moda es el segundo consumidor de agua a nivel mundial, genera alrededor de 20 por ciento de las aguas residuales y libera medio millón de toneladas de microfibras sintéticas al océano cada año. El consumidor promedio compra 60 por ciento más prendas de ropa que hace 15 años y cada artículo se conserva la mitad del tiempo que debiese, informa la ONU.

Relató que en el caso de la APP que dirige tiene presencia de mensajería para cuidar la sana distancia, se sanitiza la ropa que se entrega a los usuarios de la aplicación; al momento la compra-venta de ropa de bebés la efectúa en Ciudad de México y Estado de México, con la expectativa de crecer a Jalisco, Yucatán y otras zonas urbanas como es el bajío del país.

Cabe mencionar que un bebé utiliza un promedio de cinco pañales al día; en dos y medio años de vida, pueden sumar cerca de 5 mil pañales.

Una de las razones para sumarse a esta tendencia se encuentra también en la economía y el hecho de incentivar la compra de prendas de calidad. Ante esto, Ana Dávalos comenta que “con esta APP haces que vuelva a insertarse ese dinero a la economía y que recuperes parte de tu inversión. Es tener esta conciencia de optimizar y maximizar los recursos”.

QUERÉTARO Y LA ROPA DE BEBÉ SUSTENTABLE

Un ejemplo de ropa sustentable de bebés es el concepto Cöko & Co., creación de Sofía Maya, emprendedora de Querétaro que buscando solucionar la contaminación de la ropa de bebés y hacer este sector un rubro sustentable, optó por crear una marca y prendas para los pequeños del hogar y  ser amigable con el medio ambiente.

Gracias a la experiencia de ser madre, decidió crear este concepto y dotar de una oportunidad de empleó a un sector vulnerable; mujeres en reclusión que a cambio de un salario confeccionan las prendas ecológicas.

Esta ropa para infantes utiliza tela de cáñamo, bambú y algodón orgánico, que son hechas a partir de cultivos que no usan insecticidas ni fertilizantes químicos.

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