El Centro de Investigaciones Biológicas y Acuícolas de Cuemanco (CIBAC), bajo la administración de la Unidad Xochimilco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) desde 1994, se ha posicionado a nivel nacional como uno de los espacios de indagación insignia respecto del cuidado del ajolote, desarrollando planes colaborativos e individuales para la preservación de las distintas especies, informó el doctor José Antonio Ocampo Cervantes.

Con 30 años de experiencia en trabajos de conservación y preservación del ajolote mexicano Ambystoma mexicanum en el CIBAC, el jefe de proyecto del Centro destacó en entrevista los aportes que se han realizado, así como los programas que se están efectuando.

El investigador señaló que el CIBAC cuenta con dos espacios principales: la zona de producción agrícola, en la que se efectúa investigación e imparte docencia, y la zona biológica y acuícola, donde habita la colonia de Ambystoma mexicanum.

En esta última área se localiza una pequeña posta zootécnica para las y los estudiantes de la Licenciatura en Medicina Veterinaria y Zootecnia y existe un espacio de estanques, así como el Laboratorio de reproducción del ajolote, en el que alumnado de la Licenciatura en Biología y de diferentes posgrados lleva a cabo diversas actividades.

El CIBAC cuenta con registro ante la Dirección General de Vida Silvestre como Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA-CIBAC), a través de la cual se ha desarrollado el proyecto de conservación del ajolote mexicano.

En la actualidad y de manera conjunta con la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema) y la Dirección General del Sistema de Áreas Naturales Protegidas y Áreas de Valor Ambiental, con el apoyo de la farmacéutica alemana Boehringer Ingelheim, se elabora un plan de monitoreo de calidad del agua y de fauna acuática, con miras a la posible liberación de una colonia de los anfibios en estos ecosistemas del Parque Ecológico de Xochimilco.

El estatus de la misión está en la fase de análisis de la calidad del recurso y en el monitoreo de las posibles presas para la alimentación de los ejemplares en vida libre; el tiempo de los monitoreos podría llevar hasta dos años para tener datos confiables y cumplir con los requisitos que marca la ley para la liberación de una especie que se encuentra en la lista de la NOM-059-SEMARNAT-2010.

Bajo los parámetros e ideas descritas, la liberación en las instalaciones del Parque Ecológico, que obedece a cuestiones técnico-operativas que facilitarían el monitoreo de los ejemplares liberados, será la segunda en la que participa el CIBAC, recordando la realizada en el lago de conservación de San Gregorio Atlapulco en 2013, en la que mediante tres fases se soltaron un total de tres mil organismos y conforme a los reportes, la especie logró adaptarse y reproducirse.

La colaboración será el vínculo para que la comunidad conozca la situación del anfibio y la relevancia del área natural protegida como proveedora de servicios ecosistémicos para la Ciudad de México.

Considerado como un ser en peligro de extinción por la NOM-059-SEMARNAT-2010, el ajolote mexicano ha visto una reducción considerable en su población, y de acuerdo con el portal de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza se estima que disminuyó en 80 por ciento del 2003 al 2019.

Los factores que lo han llevado a este escenario son diversos, por una parte, el crecimiento de la mancha urbana y el cambio en el uso de suelo; por otra, las descargas domésticas en el área natural protegida y de manera consecuente la contaminación del hábitat, aclaró.

Ante una posible extinción ecológica del organismo en los asentamientos acuáticos de Xochimilco y Tláhuac, el doctor Ocampo Cervantes se muestra entusiasta tras el avistamiento de ejemplares en el lago de Xico-Chalco y mencionó que es necesario realizar monitoreos en este cuerpo de agua para confirmar los reportes y verificar que se trate del ajolote mexicano.

Ajolote de arroyo de montaña

El proyecto Estudios para la conservación de la biodiversidad en la Ciudad de México: ajolote de arroyo de montaña (Ambystoma altamirani) como especie sombrilla para la protección de los ecosistemas y los beneficios que proveen es el plan colaborativo en el que participa el CIBAC, junto con la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación y la SEDEMA.

Entre sus principales objetivos, señala Ocampo Cervantes, se encuentra la preservación del ajolote de arroyo de montaña -catalogado en la NOM-059-SEMARNAT-2010 como especie amenazada y considerada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza como en peligro-, así como destacar la relevancia del anfibio como indicador del estado de los sistemas biológicos.

Con el inicio de las investigaciones en octubre de 2022, el proyecto ha presentado avances en el estudio del tamaño de las poblaciones en el arroyo de las Regaderas, en San Nicolás Totolapan, y el arroyo Santo Desierto, en el Parque Nacional de los Leones, sitios seleccionados para el monitoreo.

Entre los resultados obtenidos se destaca que el primer afluente presentó una mayor abundancia de ejemplares, mientras que en el segundo la colonia fue muy reducida, precisó Ocampo Cervantes.

Al respecto, abundó, a pesar de las asimetrías en el registro, los factores de presión para la conservación de esta especie y sus ecosistemas son los mismos: las actividades de turismo y agropecuarias, la extracción de agua e infraestructura del Sistema de Aguas de la Ciudad de México y la introducción de seres invasores.

Durante las investigaciones y monitoreo se resalta la participación de las comunidades de San Nicolás Totolapan, Santa Rosa Xochicac y San Mateo Tlaltenango, que han apoyado en el desarrollo de estos trabajos, subrayó el docente de la Casa abierta al tiempo.

Este plan ambicioso y multifacético trastoca al Ambystoma altamirani, otros ejemplares y al hábitat; sin embargo, lo vital en este tipo de estudios es el establecimiento de políticas públicas que impacten en las acciones de conservación por parte de las autoridades correspondientes.

El doctor Ocampo Cervantes llamó a la vinculación de la academia, gobierno y comunidades, enfatizando la necesidad de lograr una comunión que direccione a cada uno de estos espacios en el cuidado, preservación y mantenimiento de los sistemas biológicos y sus especies.

De esta manera, la UAM reafirma su compromiso con el desarrollo de proyectos e investigaciones alrededor del cuidado y preservación de la biodiversidad y ecosistemas en territorio nacional. (Colaboración: Erick Daniel Hernández Escobar)

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