¿Qué pasa con los materiales de construcción cuando un edificio llega al fin de su vida útil? En la búsqueda de soluciones sostenibles la arquitectura circular busca reducir los desechos y promover el uso sostenible de los recursos, en el diseño y la construcción de edificios. Esto empleando los principios de la economía circular; eliminando residuos y contaminación desde el diseño, manteniendo los materiales en uso y regenerando sistemas naturales.

La arquitectura circular se inspira en la economía circular y sus principios de reducir, reutilizar y reciclar. Su objetivo es diseñar edificios que puedan ser desmontados sin perder sus materiales para que se puedan reintegrar al ciclo de construcción. En contraste con la economía lineal —donde los recursos se usan y desechan—, este enfoque busca prolongar la vida útil de los materiales, disminuir desechos y reducir la huella ambiental.

Según World Green Building, actualmente, la industria de la construcción genera el 39% de las emisiones globales de carbono y el 35% de los residuos sólidos del mundo, lo que resalta la necesidad urgente de adoptar prácticas circulares.

En este sentido, Grupo Arqual líder en metodología Building Information Modeling (BIM) comparte los 5 principios de diseño para un mundo sin residuos de construcción, basados en la arquitectura circular:

Diseño para armar y desarmar: pensar en construcciones que se puedan desmontar fácilmente, como si fueran un rompecabezas. Esto permite reutilizar piezas como vigas, ladrillos o perfiles metálicos en otras obras sin generar escombro. Es clave usar sistemas de anclaje sencillos, no adhesivos permanentes.

Uso de materiales reciclables y accesibles: optar por materiales que sean fáciles de conseguir y reusar en México, como bloques hechos de escombro reciclado, tabiques de tierra compactada, maderas certificadas o cemento ecológico. La idea es que los materiales vuelvan al ciclo productivo en lugar de acabar en el tiradero.

Construcción modular: diseñar edificios por partes, como los sistemas prefabricados o paneles de concreto armado, para que se puedan mover, cambiar o actualizar sin necesidad de derribar todo. Esto es ideal para zonas urbanas en crecimiento o comunidades que necesitan soluciones rápidas.

Pensar a largo plazo: diseñar edificios que aguanten los cambios de uso, como convertir una casa en un negocio o un taller. Usar materiales duraderos, fáciles de reparar y que sean comunes en el mercado local, como herrerías resistentes o techos de lámina reforzada.

Aprovechamiento total de recursos: implementar técnicas constructivas que reduzcan desperdicios, como usar moldes reutilizables en concreto, aprovechar escombros para relleno y trabajar con energía solar o herramientas eléctricas eficientes en el sitio. Esto también implica usar diseños que maximicen el ahorro de agua y luz desde el principio.

 

Estos principios no solo son fundamentales para la sostenibilidad en la construcción, sino que también representan una oportunidad económica significativa para reducir costos y optimizar recursos. La implementación de estos enfoques podría transformar la industria, ayudando a mitigar la crisis de residuos y creando un modelo de construcción más responsable y consciente.

 

 

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