Con el libro “Las barbas del profeta”, del sello Seix Barral, Eduardo Mendoza nos entrega
una reflexión deliciosa sobre algunos episodios de la Biblia, pero también mucho más.
Educado en la España de la posguerra, la Historia Sagrada fue una de las materias que más
impresionaron al futuro creador; casi ningún libro, incluidos los clásicos, tenían episodios
con el drama suficiente como para inspirar ilustraciones tan vívidas.
Mendoza repasa los contenidos de aquella clase sin nostalgia y más bien con humor fino,
poniendo bajo la luz de la lógica narrativa y el sentido común a personajes y
acontecimientos que a menudo se toman demasiado en serio, sin pensárselo mucho y que
han influido tanto nuestra forma de hablar como el arte occidental y la cultura pop.
Las barbas del profeta compendia años de estudio del texto bíblico por parte de un gran
escritor en una magnífica lectura breve que combina la habilidad narrativa con una aguda
observación de la historia de España y del mundo, y de la naturaleza humana. «Así es la
Biblia en su mejor momento; lo más sublime y lo más salvaje”, detalla.
Eduardo Mendoza (Barcelona, España, 11 de enero de 1943). Sus publicaciones: La verdad
sobre el caso Savolta (1975), que obtuvo el Premio de la Crítica; El misterio de la cripta
embrujada (1979); El laberinto de las aceitunas (1982); La ciudad de los prodigios (1986),
Premio Ciutat de Barcelona; La isla inaudita (1989); Sin noticias de Gurb (1991, 2011 y
2014); El año del diluvio (1992); Una comedia ligera (1996), por la que obtuvo en París, en
1998, el Premio al Mejor Libro Extranjero; La aventura del tocador de señoras (2001),
Premio al Libro del Año del Gremio de Libreros de Madrid; El último trayecto de Horacio
Dos (2002); Mauricio o las elecciones primarias (2006).
Premio de Novela Fundación José Manuel Lara; El asombroso viaje de Pomponio Flato
(2008), Premio Terenci Moix y Pluma de Plata de la Feria del Libro de Bilbao; y el libro de
relatos Tres vidas de santos (2009), siempre en Seix Barral, y Riña de gatos. Madrid 1936,
novela galardonada con el Premio Planeta 2010.