Cada día, los mexicanos inhalan aire contaminado, cargado de partículas en suspensión y gases provenientes de emisiones de tráfico, emisiones industriales, partículas de polvo, microorganismos, etc. Esta constante exposición representa un peligro latente de desarrollar enfermedades respiratorias como el asma y la bronquitis.

A nivel mundial, la prevalencia del asma varía entre el 8.5% y el 10% de la población, alcanzando tasas del 20% en regiones del sur de México. La urbanización y la exposición a contaminantes atmosféricos han contribuido al aumento de esta enfermedad en ciudades altamente industrializadas como Monterrey, Guadalajara y Querétaro, informó PiSA Farmacéutica.

El asma es una de las principales enfermedades no transmisibles a nivel mundial. Según el Reporte Global de Asma 2022, aproximadamente mil personas mueren diariamente a causa de esta enfermedad. Este mal crónico, caracterizado por la inflamación y el estrechamiento de las vías respiratorias. Además, el impacto económico es significativo debido al ausentismo laboral.

A nivel nacional, el asma afecta a 8.5 millones de personas, con una falta de tratamiento en el 25.3 por ciento de los niños, el 22.3 por ciento de los adolescentes y el 16 por ciento de los adultos.

Según el Anuario de Morbilidad 1984-2022, es una de las veinte principales causas de enfermedad, afectando principalmente a niños de 5 a 9 años, con 26,948 casos registrados solo en 2022.

La prevalencia de los síntomas del asma ha incrementado en los últimos 15 años, con una mayor prevalencia en mujeres debido a factores genéticos y hormonales. Los síntomas más comunes incluyen la falta de aire, el dolor u opresión en el pecho, las sibilancias al exhalar, la tos persistente y los problemas para dormir causados por la tos o la falta de aliento.

Entre los factores de riesgo se encuentran la predisposición genética, el sobrepeso, ser fumador activo o pasivo, y la exposición a sustancias químicas utilizadas en la agricultura o fábricas.

Al respecto, la Dra. Cynthia Vega, director de Relaciones Medicas de PiSA Farmacéutica, enfatizó que «en México, enfrentamos un reto considerable con el asma, que afecta la salud física de los pacientes y también merma su bienestar emocional y económico. Es imperativo que aumentemos los esfuerzos en educación y prevención para mitigar su impacto».

Por su parte, la bronquitis aguda, provocada por infecciones virales, causa inflamación de las vías respiratorias, resultando en tos persistente, dolor en el pecho y fatiga. Aunque generalmente los síntomas duran menos de tres semanas, su impacto puede ser debilitante y siempre resulta imperativo acudir al médico al presentar las primeras molestias.

La bronquitis crónica, en cambio, es una Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), estrechamente relacionada con la exposición al humo del tabaco y otros contaminantes. Una de cada 10 personas en el mundo la padece, pasando inadvertida en un 75 por ciento de los casos. Según proyecciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la EPOC será la cuarta causa de muerte para 2030.

Los síntomas de la bronquitis incluyen tos con mucosidad, dolor de pecho, cansancio, fiebre baja, falta de aire y sibilancias. Para prevenir la bronquitis, es fundamental dejar de fumar, evitar gases, contaminación del aire y exposición pasiva al humo. También es recomendable vacunarse contra la gripe anualmente y aplicarse la vacuna contra la neumonía cuando corresponda.

El asma y la bronquitis se han convertido en problemas de salud pública que provocan ausentismo escolar y laboral, privando a las personas de una interacción social plena. Según el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), la contaminación del aire en el Valle de México causa más de 20,500 muertes al año, principalmente por infecciones respiratorias y bronquitis.

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