El incremento de defunciones y contagios por la pandemia de COVID-19 en México, ha propiciado que el crimen organizado redireccione sus esfuerzos en la falsificación y venta ilegal de la vacuna contra el virus, siendo el fraude cibernético el mecanismo principal para realizar dichas acciones delictivas que atentan contra la salud de todos los mexicanos, afirmó Raúl Sapién Santos, presidente del Consejo Nacional de Seguridad Privada (CNSP).
Desafortunadamente, la comercialización de todas estas vacunas falsas podría enmascarar aún más los indicadores que actualmente presenta la Secretaría de Salud y disparar de manera exponencial la cifra negra en el número de contagios y defunciones por COVID-19, argumentó, “pues ya proliferan cientos de miles de anuncios y sitios en internet que promocionan estas estafas, tomando notoriedad el dominio www.pfizermx.com, mediante el cual intentaron suplantar la identidad de la farmacéutica y por el cual se ofertaba la venta al público en general de la vacuna Pfizer-BoiNTech para evitar el contagio de coronavirus”.
La situación se complicará más, aseguró el experto, quien desde el pasado mes de diciembre emitió una alerta ciudadana con respecto al interés que tienen los grupos criminales por lucrar con vacunas falsas.
Por lo que considera que “hemos llegado a un punto en el que ya no es cuestión de analizar cómo se falsificará la vacuna, sino la rapidez con la que reaccionarán los grupos delictivos para promocionarla y las medidas que deben tomar tanto el gobierno federal como la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) para desarticular a los criminales”.
“Debido a que diferentes estados del país ya han regresado al rojo en el semáforo sanitario y aunado al nuevo desborde en la capacidad de los hospitales, como Consejo Nacional de Seguridad Privada y por los convenios que tenemos con distintas instituciones, emitimos esta nueva alerta, a manera de labor social en un momento que se precisa sumamente difícil y de alto riesgo para todos los mexicanos”, enfatizó.
Hay que recordar que la delincuencia ha montado laboratorios clínicos apócrifos en Jalisco, Tamaulipas, CDMX y Chihuahua donde se clausuraron laboratorios como La Puerta de Hierro y Healthy Industries, pues en ellos se llevaban a cabo pruebas simuladas de SARS- CoV-2 y se falsifican resultados, defraudando a la población y poniendo en riesgo la vida y la salud de miles de personas.
Sin embargo, las autoridades sanitarias también han encendido los focos rojos de alarma en el sureste del país, pues células delictivas han lanzado en Quintana Roo falsas campañas de vacunación anticovid a nombre de Pfizer o compañías de vacunación, por lo que es preciso blindar todos los frentes, ya que tampoco se descarta que cárteles como la Familia Michoacana y el Jalisco Nueva Generación intenten interrumpir las cadenas de suministro de medicamentos contra el coronavirus en los territorios bajo su dominio.
El asunto podría tornarse muy complejo por la cadena de corrupción que se teje alrededor de delitos como el robo de medicamentos, pues en ello además de intervenir los cárteles también lo hace policías municipales y estatales coludidos, siendo el último eslabón la sociedad civil que contribuye al fortalecimiento de ese delito al comprar medicinas en los tianguis, dándole a ganar a los delincuentes hasta 2 mil millones de pesos de forma anual.