El racismo que persiste en Estados Unidos es herencia de la esclavitud y continúa perjudicando la vida de millones de personas. De acuerdo con el estudio demográfico del Centro de Investigación Pew, el 70 por ciento de los afroamericanos y el 52 por ciento de los latinos, dicen haber sido discriminados o tratados de manera injusta por consideraciones de su raza o etnicidad.
En los últimos meses, las acusaciones sobre racismo se han incrementado a raíz de las declaraciones del futuro presidente Donald Trump, quien irónicamente, tomará protesta en una fecha simbólica para los Estados Unidos. Cada tercer lunes de enero se conmemora el Día de Martín Luther King y por una coincidencia del calendario, este mismo día (20 de enero) se realizará la posesión de su cargo. Esta casualidad, como se ha referido, resulta irónica y es inevitable tomar en cuenta el tema, pues cada uno de estos personajes representa en términos de agenda pública un antagonismo notorio.
“Mientras que Luther King es considerado un hito histórico en el desarrollo de la paz y la defensa de los derechos civiles de la humanidad; Donald Trump ha convertido en una quimera el Movimiento de MLK, y además, representa una amenaza con influencia global para la erradicación de victorias ya ganadas; los retrocesos pueden ocurrir en cualquier momento con la llegada de líderes radicales como él, quien públicamente a desconocido los derechos humanos para enaltecer la supremacía de la raza blanca con su política racista”, dijo Gerardo Sánchez Guadarrama, periodista especializado en Derechos Humanos, resaltó, por esto es importante emprender acciones públicas que minen el racismo.
Sin duda, el legado de Martín Luther King es un logro significativo para la humanidad, señaló Sánchez Guadarrama. Recordemos el boicot no violento a los autobuses que duró 382 días que lideró el activista y que llevó a la Corte Suprema a declarar inconstitucional la segregación racial en los autobuses, además de otras acciones como lo fue la promoción para el acceso a empleos dignos y la proclamación de leyes para garantizar el derecho al sufragio libre a todos los ciudadanos de Estados Unidos.
Destacó, el movimiento del premio nobel de la paz de 1964 evidenció cómo la discriminación racial es perjudicial para aquellos sectores de la población que sistemáticamente han sido afectados, y que trascienden en actos de odio y burla entre la sociedad.
La ONU reconoce que el racismo es un problema mundial e insta a los gobiernos a erradicarlo
La discriminación racial no conoce fronteras, divide y polariza a la sociedad, forma parte de la experiencia cotidiana de los grupos minoritarios; crea, reproduce y justifica desigualdades.
Actualmente, se ha incrementado en el mundo con el auge de las derechas y para anularlo, es vital adoptar un enfoque global y holístico para identificar, prevenir y responder a las formas de expresiones de este tipo, explicó Sánchez Guadarrama.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoce la existencia del racismo en todo el mundo, por lo que es prioritario construir continuamente espacios seguros a través de leyes y políticas puntuales, así como planes de acción integrales a nivel nacional que promuevan cambios estructurales para aniquilar la discriminación racial en el entorno privado y público. Son cambios que llevan tiempo, pero deben ser parte de un compromiso a largo plazo para lograr avances reales e igualdad de oportunidades.
“La comunidad internacional debe honrar y retomar el legado que dejó este icono de los derechos civiles, para contribuir al desarrollo de la paz y la armonía, donde la justicia e igualdad sea parte de nuestra cotidianidad, para que cada uno de nosotros se sienta respetado, seguro y valorado, esto permitirá construir un mundo más humanitario,” puntualizó Gerardo Sánchez Guadarrama, periodista especializado en Derechos Humanos.