Desde su campaña, el Presidente Donald Trump amenazó con aplicar un arancel del 25 por ciento a las importaciones de México y Canadá. Lo cual, causa incertidumbre en América del Norte por las implicaciones económicas que podría tener en un 83 por ciento de las exportaciones nacionales.

Una investigación del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) señala que México y Canadá son los principales socios comerciales de Estados Unidos, ya que aportan 29 por ciento de las importaciones estadounidenses. Un 83 por ciento de las exportaciones mexicanas y 73 por ciento de las canadienses son dirigidas hacia Estados Unidos y constituyen un aspecto crítico de la interdependencia comercial en la región.

Para México, el impacto directo sería sobre la industria exportadora, ya que 83 por ciento del total se dirige a Estados Unidos – en 2023, el monto exportado fue de 490 mil 183 millones de dólares (equivalente a casi 30 por ciento del PIB nacional) –. Por su parte, Canadá envía 73 por ciento de sus exportaciones a Estados Unidos, por lo que el impacto sobre su industria exportadora también sería significativo.

La importancia va en ambos sentidos, pues para Estados Unidos, México es el principal proveedor de importaciones, mientras que Canadá es el segundo. En conjunto, ambos países aportan 29 por ciento de las importaciones estadounidenses.

Además, la importancia del comercio de bienes intermedios en América del Norte significa que los aranceles no solo tendrían un impacto sobre los precios de los bienes finales. Canadá es el principal proveedor de insumos intermedios para Estados Unidos, mientras que México es el cuarto. Las cadenas de producción regionales están altamente integradas, y al aplicar una tarifa de 25 por ciento cada que un insumo intermedio se intercambia y cruza fronteras dentro del proceso de producción, el efecto se multiplicaría; el incremento resultante en los precios volvería a muchas cadenas de suministro económicamente inviables.

Los países de América del Norte representan más de 90 por ciento del total de las importaciones que Estados Unidos hace de ganado bovino, de carrocerías y remolques para vehículos automotores y de productos de cal y yeso.

En conjunto, estas cifras representaron casi 30 por ciento del total de lo importado por Estados Unidos en 2023. En las importaciones de equipo de transporte – el segundo producto más importado por el país –, México y Canadá aportan 50 por ciento del total, de los cuales el primero contribuye con 34 por ciento.

Por otra parte, en las importaciones de petróleo y gas, los productos de ambos países representan 69 por ciento del total, de los cuales los bienes canadienses suman 58 por ciento. Una situación similar se observa en las importaciones de manufacturas de metales básicos y de alimentos y productos relacionados: las provenientes de países de América del Norte representan 36 y 41 por ciento del total, respectivamente; Canadá aporta más de 27 por ciento del total.

Otros productos específicos en los que ambos países son proveedores importantes son los vegetales (representan 79 por ciento del total de importaciones), los productos de madera y aserradero (71 por ciento del total) y panadería y tortillas (68 por ciento del total).

Además de tener implicaciones para la competitividad de las cadenas productivas regionales, las propuestas de implementación de aranceles van en contra del espíritu de apertura comercial y las disposiciones particulares del T-MEC. Como es el caso en todos los tratados de libre comercio, la eliminación de aranceles en la mayoría de los productos comercializados en el tratado.

El IMCO señala que al desmantelar las barreras comerciales, las partes del tratado obtienen beneficios como la reducción de costos para consumidores y empresas, un aumento en el comercio bilateral, el estímulo a la inversión extranjera directa y la competitividad de la región.

Durante su primera administración, el Presidente Trump impuso un arancel del 25 por ciento a productos de acero y del 10 por ciento al aluminio, justificando la medida como necesaria para garantizar la seguridad nacional; medidas que estuvieron activas durante algunos meses, pero en mayo de 2019 se retiraron para México después de llegar a un acuerdo mutuo.

El IMCO concluye que el T-MEC se encuentra a menos de dos años de su primera revisión por parte de los gobiernos de Canadá, México y Estados Unidos, como se establece en la cláusula Sunset. En el camino hacia 2026, será importante asegurar que los tres países cumplan con los compromisos establecidos en el tratado para garantizar la estabilidad que el marco regulatorio del acuerdo y abrir los canales de diálogo adecuados para el beneficio de la población.

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