Por Marco Cosío, VP de Smart Infrastructure de Siemens México, Centroamérica y el Caribe.

Los centros de datos son estructuras físicas, diseñadas y construidas para almacenar, procesar y distribuir datos e información de personas, empresas, gobiernos y naciones a través de conexiones, servicios y recursos específicos. Su infraestructura digital permite realizar casi cualquier actividad (comprar, pagar, comunicarse, pedir comida, ver una película, reservar un viaje, acceder a una videoconferencia, solicitar transporte y hasta jugar en línea) con solo un gesto sobre la pantalla de cualquier dispositivo (smartphone, tableta, SmartTV, computadora e incluso wearables).

Hoy en día, nuestra capacidad para trabajar, comunicarnos y entretenernos depende cada vez más de Internet, y este depende, a su vez, de los centros de datos. Además, con la acelerada innovación de sistemas basados en Inteligencia Artificial para el análisis y toma de decisiones empresariales, las cargas de trabajo en los centros de datos representan un claro desafío en términos de eficiencia energética y sostenibilidad.

Los centros de datos consumen grandes cantidades de energía para mantener en operación todos los equipos de cómputo y comunicaciones, así como para enfriarlos. Como resultado, gran parte de este consumo eléctrico se desperdicia en forma de calor.

De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía, a nivel mundial, se estima que los centros de datos consumen aproximadamente 90 mil millones de kWh al año, lo que representa entre el 1% y el 3% del consumo de electricidad mundial. Esto es impulsado por la creciente demanda de servicios en la nube, el almacenamiento de datos y el procesamiento de información.

Por ende, se puede decir que gran parte de la huella de carbono de un centro de datos está directamente relacionada con su consumo de energía. Por ello, es crucial aprovechar los recursos energéticos para que los centros de datos sean más sostenibles. Las estrategias de descarbonización, mediante fuentes alternativas de generación y una distribución inteligente de la energía, son esenciales para lograr dicho objetivo.

Siemens ofrece una cartera de soluciones de eficiencia energética que incluye energías renovables, hidrógeno verde, bombas de calor, soluciones de transmisión de energía y baterías para almacenamiento.

Sin embargo, en una era donde la IA está dominando el ámbito tecnológico, es necesario preguntarnos: ¿qué puede hacer por la sostenibilidad de los centros de datos? La respuesta es simple: refrigerarlos eficientemente. A medida que aumenta la demanda de datos, también crece la necesidad de gestionar mejor las condiciones de enfriamiento. Tradicionalmente y por temas de certificación, los centros de datos tienen una infraestructura física sobredimensionada para soportar la carga de TI, garantizando que puedan soportar la demanda actual y futura, lo que hace de la refrigeración un reto monumental.

Con la Optimización de Refrigeración de Espacios en Blanco (WSCO, por sus siglas en inglés) de Siemens, el centro de datos elimina la necesidad de mantener manualmente las temperaturas óptimas, frescas y constantes necesarias para albergar los equipos de forma segura. Sus beneficios van más allá del control de temperatura, incluyendo la optimización del uso de energía y del tiempo del personal para administrar mejor los recursos.

WSCO recopila datos de temperatura y suministro de aire. Su motor de inteligencia artificial aplica estos datos a algoritmos y calcula los ajustes necesarios en el flujo de aire para mantener la temperatura correcta en cada pasillo. También reduce el desperdicio de energía al adaptar dinámicamente la refrigeración a la carga de TI en tiempo real, respondiendo a los cambios de temperatura y eliminando el sobre enfriamiento. Al mismo tiempo, proporciona al equipo de gestión datos críticos que respaldan las futuras decisiones operativas.

En 2014, una empresa financiera global se acercó a Siemens Smart Infrastructure para implementar una estrategia integral de optimización térmica en su centro de datos. La compañía implementó Demand Flow para reducir la cantidad total de enfriadores necesarios para soportar la carga y pudo utilizar el intercambiador de calor de placas y marcos existente durante más tiempo.

Posteriormente, con WSCO, el centro de datos redujo la necesidad de utilizar 72 unidades de tratamiento de aire de la sala de computadoras (CRAH por sus siglas en inglés) a 35, logrando un decremento del 71% en kW/h, de 241.7 kW a 69.1 kW, generando ahorros considerables en el consumo y los costos de operación.

Es innegable que hoy los centros de datos cumplen un rol vital para satisfacer la demanda de servicios de alto valor agregado, disponibilidad, procesamiento y almacenamiento de datos digitales a gran escala. Son prácticamente el corazón de las economías digitales, resguardando y habilitando el acceso a los datos en todo momento. Cuanto más sostenibles sean, mayor será el crecimiento y desarrollo económico integral de empresas, gobiernos y sociedad en general.

 

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