En los primeros diálogos legislativos federales sobre la Reforma a la Ley del Infonavit, los diputados del PRI informaron que su voto es contra la reforma a la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), porque no solo les robará sus ahorros, sino que ahora ya no decidirán dónde adquirir o construir la vivienda.
El diputado del PRI Erubiel Alonso enfatizó que los priistas no pueden avalar una propuesta dictatorial, que debilita los consensos tripartitos de obreros, patrones y gobierno, que sienta las bases para desviar recursos sin rendir cuentas.
Los legisladores exhibieron que las decisiones serán como el gobierno quiera, pues el director general será impuesto por la presidencia, regulado por la Secretaría de Hacienda y tendrá derecho de veto en los órganos colegiados de la institución.
Se califica de un grave error el crear una empresa constructora que no estará sujeta a ninguna disposición, fuera de alguna actuación de fiscalización; además de eliminar del Infonavit los controles financieros y bancarios que protegen el ahorro de los trabajadores, como lo era la supervisión de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.
Los integrantes de la bancada del PRI advirtieron que el gobierno de Morena quiere una caja chica y la tendrá a costa de un gran robo y daño que se hará a las y los trabajadores, sobre todo de los que menos tienen. Recalcaron que el Infonavit y su empresa constructora serán el Segalmex de este sexenio.
Los representantes del PRI insistieron que Morena ha quebrado las finanzas del país, por lo que absorbió el dinero de fideicomisos, como el Fonden, y ahora va por el ahorro de los trabajadores.
Para no ser castigados, se blindan desde ahora al establecer que en caso de incumplimiento de las normas establecidas y las sanas prácticas en materia crediticia, las únicas sanciones aplicables serán las que se prevean en el Reglamento Interior del Trabajo, o sea las que ellos mismos consideren a su conveniencia.