Los propósitos que se plantean cada año, invitan a reflexionar sobre nuevas metas y retos, los cuales muchas veces se abandonan al pasar los meses, un caso claro es el ejercitarse de forma constante.
Para corroborar dicha realidad, datos del INEGI sobre activación física en México, señalan que el 60.2 por ciento de la población de 18 años y más es inactiva.
Por ello, es fundamental activarse al menos 30 minutos, 5 días a la semana, destacando que la actividad física es una práctica para todas y todos así como un factor clave para una mejor calidad de vida.
Geoffrey Recoder, especialista en gestión deportiva, comentó que el sedentarismo se ha convertido en una verdadera pandemia, con altos porcentajes en la población que derivan en problemas de salud como obesidad, diabetes y otras enfermedades crónicas.
Comentó que “a partir de los 40 años, muchas personas se dan cuenta de la importancia de darle mantenimiento a su cuerpo para envejecer en mejores condiciones.”
Añadió que la tecnología también juega un papel esencial en la motivación y adherencia al ejercicio, con aplicaciones y herramientas de inteligencia artificial que ofrecen planes de entrenamiento personalizados.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), más del 62 por ciento de los adultos en América Latina padecen sobrepeso u obesidad.
En el caso de México, más del 75 por ciento de los adultos mayores de 20 años son los más afectados. En adolescentes de entre 12 y 19 años, más del 40 por ciento presentan estos problemas de salud.
Como parte de esta iniciativa, se llevó a cabo el webinar “De los propósitos a la acción: Beneficios de la activación física en tu rutina”, con la participación de
Por su parte, Alejandra Zavala Vázquez, atleta olímpica en Tiro Deportivo, enfatizó que todo comienza con un paso, con darle movimiento al cuerpo aunque en el camino, surjan pretextos los beneficios de la actividad física siempre serán mayores.
Cabe mencionar que 8 de cada 10 pesos del presupuesto federal destinado a la atención sanitaria se emplean en el control de enfermedades crónico-degenerativas, como diabetes, cardiopatías, hipertensión y obesidad, según datos del INEGI 2020.