De acuerdo a una investigación de Juan Carlos Cantú y María Elena Sánchez, de la organización ambientalista Teyeliz, la salmonelosis, una infección causada por la bacteria Salmonella, es un problema de salud pública en todo el mundo por el consumo de agua o alimentos contaminados. Esta enfermedad también está relacionada con la tenencia de reptiles como mascotas o su consumo con fines alimentarios o medicinales. La salmonela ha encontrado en muchas especies de reptiles como serpientes, lagartos, cocodrilos y tortugas. Los síntomas de la infección por salmonela incluyen diarrea, cólicos estomacales, fiebre, náuseas, vómitos, escalofríos, dolor de cabeza, entre otros. La infección puede propagarse desde los intestinos al torrente sanguíneo y a otras partes del cuerpo provocando sepsis, artritis séptica, meningitis, miocarditis e incluso la muerte. Hay casos de contagio en muchos países del mundo por contacto con reptiles, tales como serpientes y también por el consumo de carne seca de víbora de cascabel en forma de cápsulas de polvo de víbora. En México existe la creencia desde tiempos precolombinos que las víboras de cascabel ayudan a curar muchas enfermedades. Esta creencia se mantiene hoy en día y personas con graves enfermedades como cáncer o SIDA, las toman buscando una cura milagrosa de sus padecimientos. La venta de productos de víbora de cascabel está difundida por todo el país. No obstante, la mayor parte de esta venta es ilegal y se ha estimado que más de 90,000 víboras de cascabel son extraídas del medio natural cada año de forma ilegal. La mayor parte de los aseguramientos por la PROFEPA son de partes o derivados de víbora de cascabel como cuerpos secos y capsulas. Posiblemente miles o decenas de miles de personas están siendo contagiadas con salmonela por el consumo de capsulas de víbora de cascabel en México.

La salmonelosis, una infección causada por la bacteria Salmonella, es un importante problema de salud pública en todo el mundo (Popa & Papa, 2021). Aunque a menudo se asocia a alimentos y agua contaminados, esta enfermedad infecciosa también puede estar relacionada con fuentes no tradicionales, como tener reptiles como mascotas o su consumo con fines alimentarios o medicinales (Marin et al., 2021; Magnino et al., 2009; Mermin et al., 2004). Se calcula que 74,000 casos o el 6% de los casos de salmonelosis humana en los E.U.A se pueden atribuir al contacto directo o indirecto con reptiles (Pees et al., 2023; Mermin et al, 2004). Esta infección bacteriana, causada por Salmonella enterica, suele asociarse a reptiles como serpientes, tortugas, cocodrilos y lagartos (Marin et al., 2021; Ebani et al., 2005; Ward, 2000). Los reptiles son portadores naturales de Salmonella en sus tractos intestinales, que pueden eliminar en sus heces, lo que supone un riesgo de transmisión a los humanos (Mermin et al, 2004; Ward, 2000; Schröter et al., 2004). Dado que la salmonela se excreta a través de las heces, puede contaminar la piel, la cavidad bucal y los terrarios de los reptiles, causando infecciones a los humanos que manipulan reptiles o terrarios (Marin et al., 2021).

La bacteria Salmonella enterica, se ha encontrado en docenas de especies de reptiles como: víboras de cascabel, boa constrictor, serpiente maicera, serpiente rey de california, pitón bola, pitón reticulado, dragón barbudo, gecko leopardo, iguana verde, camaleón, varanos, cocodrilos, tortuga japonesa, tortuga de vientre rojo, tortuga mapa, tortuga mediterránea, tortuga rusa, tortuga mora, entre muchas otras (Marin et al., 2021; Cohen et al., 1980; Waterman et al., 1990; Ackman et al., 1995; Mermin et al., 1997). Se ha documentado una mayor prevalencia de salmonela en serpientes y lagartos que en tortugas (Marin et al., 2021; Dec et al., 2022; Whitten et al., 2015; Sá et al., 2001).

Es más probable que las infecciones por Salmonella asociadas a reptiles sean invasivas, den lugar a hospitalización y afecten con mayor frecuencia a infantes que otras infecciones por Salmonella (Mermin et al., 2004). Tan solo en Nueva York diez de doce casos de pacientes que poseían reptiles tenían 6 meses de edad o menos, por lo que los reptiles pueden ser mascotas inadecuadas para hogares con bebés (Ackman et al., 1995). En un estudio en Alemania se encontró que el 65% de los casos de salmonelosis en niños podría estar relacionada a la tenencia de reptiles en el hogar (Pees, et al., 2013). Mermin et al. (1997) reportaron 32 casos de salmonelosis asociados a iguanas, y observaron que 26 (81%) eran niños menores de un año. Once pacientes (34%) fueron hospitalizados durante 2 a 21 días y un paciente falleció.

El Problema en México

Se han realizado estudios sobre la prevalencia de salmonella y otras bacterias en ejemplares de víboras en cautiverio (Rodriguez, 1996), pero también en el campo. En Chihuahua, México se realizó un estudio de campo sobre especies de víboras de cascabel y se encontró enterobacterias como Citrobacter sp., C. freundii, Enterobacter aerogenes, Escherichia coli, Klebsiella sp., Proteus sp., P. mirabilis, P. vulgaris, Salmonella sp., Shigella sp. También se reportó a Pseudomonas sp., El 88.88% de las muestras de carne fresca de cascabel presentaron Salmonella enterica arizonae y Salmonella grupo o Slashline (Gática & López, 2011).

Márquez et al. (1991) condujeron un estudio en seis ciudades de México para evaluar la presencia de microorganismos en cápsulas de polvo de cascabel. Encontraron que todas las muestras estaban significativamente contaminadas con bacterias coliformes gramnegativas: Salmonella arizona y Salmonella de los grupos B, E4 y G, Escherichia coli, Klebsiella pneumoniae, Enterobacter agglomerans, y Enterobacter cloacae. El 81% de las cápsulas estaban contaminadas con Salmonella sp., la más frecuente era Salmonella arizona. “La contaminación procedía probablemente tanto de la carne de la serpiente como de la contaminación fecal durante la preparación doméstica del polvo para producir las cápsulas” (Márquez et al. 1991)

Foto: Mercado Libre

Las víboras de cascabel han sido utilizadas en México desde la época precolombina como alimento, medicina, ofrendas para los muertos, ritos religiosos y mágicos, joyería, mascotas, etc. (Mazzetto, 2022; Sahagún, 1992, Elizalde, 2018, Hernández, 1888, de la Garza, 1984). Muchas especies de víboras de cascabel eran conocidas por los aztecas, quienes las llamaban Tecutlacozauhqui, y un cronista del siglo XVI dijo: «…la grasa de esta víbora de cascabel es medicinal para la gota, se unta y alivia el dolor. La piel es medicinal contra la fiebre, se muele la piel, se mezcla en agua y el enfermo la bebe…» (Sahagún, 1992).

Las serpientes son uno de los principales reptiles utilizados en México, que en la cosmovisión han adquirido un valor mágico-religioso que les ha conferido propiedades curativas (Ávila et al., 2018). La creencia de que las víboras de cascabel eran útiles para muchos padecimientos prevaleció después de la conquista. Esto se debe a que durante la época colonial no había médicos para las poblaciones indígenas o pobres de las zonas rurales, incluso los médicos recién llegados de España no tenían verdaderas medicinas o curas para nada, sólo trataban a españoles o a sus hijos nacidos en México, y utilizaban hierbas locales y partes de animales para tratar a los pacientes (Gómez & Frenck, 2020). Los únicos médicos disponibles para la mayoría de los mexicanos eran barberos/pseudo-médicos y sacerdotes que incluso utilizaban hechizos para tratar a los pacientes (Gómez & Frenck, 2020). Esto no cambió mucho después de la independencia en 1821 y para la época de la revolución en 1910, más del 70% de la población vivía en zonas rurales (García & Colocia, 2010) y sin embargo el 86% de los médicos se concentraban en la Ciudad de México (Tapia, 2003). Así, la población mexicana tuvo que seguir utilizando cualquier remedio, hierba o parte de animal a su alcance para tratar cualquier enfermedad durante siglos hasta la época moderna.

Los servicios de salud han aumentado drásticamente en las zonas rurales, pero la creencia de que las partes de serpiente de cascabel pueden curar todo tipo de problemas de salud continúa, incluso entre los habitantes de las ciudades (Cantú & Sánchez, 2024). Torres & Sawyer (2004) afirman «. . . durante siglos, las serpientes de cascabel se comían para prevenir cualquier número de afecciones y enfermedades, incluyendo la artritis y el reumatismo. En México y en otros países de América Latina, la carne de serpiente de cascabel se vende en forma de cápsulas para tratar la impotencia e incluso para tratar el cáncer. La carne de serpiente de cascabel también se seca, se muele y se espolvorea sobre heridas abiertas y llagas para curarlas, y también se fabrica un ungüento de serpiente de cascabel que se aplica sobre dolores y molestias. El aceite de serpiente de cascabel sirve para detener las habladurías«.Es fácil encontrar en mercados, tiendas y plataformas en línea la venta de mercancías con fines naturales/salud, esotéricos o brujería de todo tipo de cuerpos disecados de víboras de cascabel, cápsulas, ungüentos, jabones, etc. (Cantú & Sánchez, 2024). Algunos productos dicen tener un permiso de la Secretaría de Salud en sus etiquetas, pero ninguno tiene información sobre un permiso de la Secretaría de Medio Ambiente que es obligatorio (SEMARNAT, 2024). La legal procedencia de los ejemplares, partes y/o derivados de la vida silvestre debe acreditarse con la marca que demuestre que han sido objeto de aprovechamiento sustentable y la cuota de aprovechamiento autorizada, o la nota de remisión o factura, de acuerdo con el artículo 51 de la Ley General de Vida Silvestre (LGVS) y los artículos 53 y 54 del Reglamento de la Ley General de Vida Silvestre (RLGVS) (SEMARNAT, 2024a).

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) aseguró partes y derivados de víbora de cascabel durante el periodo 2000-2023 y la mayoría (1,225) fueron de cuerpos completos de cadáveres disecados que generalmente tienen el cascabel pegado para que cualquiera pueda identificarlos como pertenecientes a una víbora de cascabel (PROFEPA, 2023). También se aseguraron 1,051 cápsulas de polvo de víbora de cascabel (PROFEPA, 2023). Los aseguramientos ocurrieron en 30 de los 32 estados de la República Mexicana, sólo faltaron Campeche y Tabasco.

En el 2024 se estimó que el tráfico ilegal anual de víboras de cascabel en México era de 91,833 ejemplares (Cantú & Sánchez, 2024). Por otro lado, la SEMARNAT autorizó la captura de tan solo 104 víboras del medio silvestre desde el 2010 (SEMARNAT, 2023, 2024 a). Esto significa que la inmensa mayoría de los productos de víbora de cascabel a la venta, sino es que todos, son ilegales.

Tomando en cuenta que el tráfico ilegal de víboras de cascabel es de más de 90 mil cada año, y que el 80% de las capsulas de víbora están infectadas con salmonela y otras bacterias, significa que miles o hasta decenas de miles de personas están en riesgo de infectarse de salmonelosis u otra enfermedad bacteriana. Lo peor, es que las personas que realizan este consumo no son personas saludables. Por el contrario, son personas que padecen de enfermedades graves que buscan una solución fácil a sus padecimientos y que solo agravan su situación al ingerir productos contaminados con salmonela y otras bacterias.

Conclusión

Las pastillas de víbora de cascabel no ofrecen beneficios para la salud, por el contrario, presentan un alto riesgo de salmonelosis. Es crucial que los consumidores sean conscientes de los peligros potenciales y tomen las precauciones necesarias para garantizar su seguridad. Las instituciones deben desempeñar un papel en la vigilancia y el cumplimiento de las normas para prevenir la contaminación y proteger la salud pública. Por lo anterior recomendamos:

  • La Secretaría de Salud debe hacer obligatorio que los pacientes que sean ingresados con síntomas de salmonelosis respondan si ingirieron productos de víboras de cascabel o si tuvieron contacto con reptiles para poder tener un registro adecuado de la situación de morbilidad en México en relación con estas especies.
  • La Procuraduría Federal del Consumidor debe verificar todos los productos que se venden y afirman que están hechos con productos de víbora de cascabel, para ver si cumplen con las normas de salud y de medio ambiente.
  • La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente debe asegurar cualquier especie de víbora de cascabel, sus partes o derivados y sancionar a quien los esté vendiendo.
  • Se deben realizar campañas informativas a nivel nacional para informar a la población de la problemática que enfrentan las especies de víboras de cascabel, las amenazas que conlleva el consumo de sus partes y derivados, la regulación ambiental que protege a dichas especies, y las acciones que el público debe tomar para protegerse y para denunciar la venta ilegal de dichos productos.

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