Actualmente existe un mundo donde los recursos naturales son cada vez más limitados y la generación de desechos alcanza niveles alarmantes, ya que México es el país que más genera residuos en América Latina.

Bajo este contexto la economía circular se presenta como una solución clave para transformar la manera en que producimos y consumimos. Este modelo, basado en las siete «R» (rediseñar, reducir, reutilizar, reparar, renovar, recuperar y reciclar), busca aprovechar al máximo los recursos y minimizar el impacto ambiental.

Por años, la sociedad ha operado bajo un enfoque de economía lineal, caracterizado por un ciclo de «extracción, fabricación, utilización y eliminación». Este sistema ha llevado al desperdicio excesivo de materiales y al uso indiscriminado de recursos como el agua y la energía. En contraste, la economía circular propone cambiar esta dinámica, fomentando la reutilización y el aprovechamiento de los desechos como materia prima para nuevos productos, manteniéndolos en la economía por más tiempo.

La Organización en Favor de la Economía Circular (OFEC) desempeña un papel fundamental. Esta asociación civil, conformada por más de 200 empresas de la industria del plástico, fabricantes, comercializadores, recicladores y recolectores, trabaja activamente en México y Centroamérica para promover este modelo. Su misión es generar conciencia sobre el uso responsable del plástico y destacar sus múltiples beneficios a través de campañas educativas dirigidas a la población y actores políticos.

Además, la OFEC colabora con prestigiosas instituciones y universidades a nivel nacional e internacional en la realización de estudios sobre el análisis de ciclo de vida de los materiales. Estos estudios permiten demostrar científicamente los beneficios del plástico en términos de sostenibilidad y su potencial dentro de la economía circular.

“Por este motivo, conocer sobre economía circular transforma a las personas, nos ayuda a pensar y cambiar las realidades cotidianas. Actualmente, este modelo ha cobrado relevancia y ha generado conciencia en la población sobre la necesidad de migrar de un sistema lineal, en el que sólo se produce, consume y desecha, a un sistema circular, en el que los residuos pueden reintegrarse a la cadena de valor como materia prima, prolongando su vida útil en la economía”, destacó Jorge Chahin, presidente de la OFEC.

Adoptar estrategias de economía circular en las ciudades es un paso esencial para garantizar un futuro más sostenible. La participación de gobiernos, empresas y ciudadanos es clave para impulsar cambios que permitan reducir el impacto ambiental y fomentar un uso más eficiente de los recursos. La transición hacia ciudades circulares no solo representa un reto, sino una gran oportunidad para mejorar nuestra calidad de vida y la del planeta.

 

 

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