La obesidad en México ha alcanzado niveles alarmantes, afectando a más del 75% de la población adulta (mayores de 20 años) y vinculándose a más de 118,000 muertes anuales. El país se encuentra entre los cinco con mayor prevalencia en América y entre los 20 con más casos a nivel global. Este panorama se analizó en el foro “A Movernos México”, con motivo del Día Mundial de la Obesidad, organizado por la Cámara de Diputados, donde expertos en deporte, nutrición, salud, sector privado, sociedad civil y autoridades debatieron sobre su impacto y posibles soluciones a esta epidemia.
La obesidad, definida como una enfermedad multifactorial, crónica y no transmisible, afecta a millones de mexicanos, quienes viven con las consecuencias de la acumulación excesiva de grasa corporal. Aunque el sobrepeso y la obesidad se diagnostican mediante el Índice de Masa Corporal (IMC), su impacto va mucho más allá de un número en la báscula, abarcando factores genéticos, metabólicos y ambientales.
“La obesidad no es sólo un problema estético, sino una enfermedad que afecta la salud, la sociedad y la economía del país”, señaló la Diputada Macky González en el foro. “Es crucial reconocer la magnitud de este problema, no solo por los costos en salud, sino por el impacto en el bienestar de las personas. La obesidad está vinculada a enfermedades graves como diabetes, hipertensión y cáncer, y debemos abordarla como un desafío de salud pública, no como un problema individual.” Promover que los mexicanos conozcan el riesgo de la obesidad y crear espacios familiares donde la actividad física sea posible a todas las edades, es parte de la propuesta dela Diputada para tener un país más saludable.
En el foro también participó el Dr. Héctor Esquivias, psiquiatra y especialista en obesidad, destacó la complejidad de esta enfermedad, que no se resuelve solo con dietas o ejercicio. Explicó que factores como el hambre emocional, relacionado con el estrés o la ansiedad, juegan un papel importante. Subrayó la necesidad de soluciones integrales que incluyan tratamiento psicológico, nutrición adecuada, fármacos, para abordar tanto los aspectos físicos como emocionales de la obesidad.
Aunque las autoridades han implementado medidas, como el etiquetado frontal de alimentos y el impuesto a bebidas azucaradas, el desafío sigue siendo mayúsculo. La estigmatización social hacia las personas con obesidad es otro obstáculo a vencer, pues ocho de cada diez personas con obesidad han experimentado discriminación por su peso, lo que agrava su bienestar emocional y dificulta la búsqueda de un tratamiento integral. Además, de acuerdo con la World Obesity Federation, se estima que la prevalencia de obesidad en México alcanzará el 89% para 2060, lo que resalta la urgencia de tomar medidas efectivas desde ahora.
“Para cambiar esta realidad, necesitamos reconocer la obesidad como una enfermedad, no como un problema de falta de voluntad. Necesitamos un enfoque multidisciplinario que aborde tanto los aspectos físicos como emocionales de quienes la padecen. Esto no se soluciona con medidas aisladas, sino con un compromiso conjunto de la sociedad, el sector público y los profesionales de la salud”, subrayó el Dr. Esquivias.
El foro “A Movernos México”, el cual se llevó a cabo en la Cámara de Diputados, cerró con un llamado a la acción para abordar la obesidad desde una perspectiva integral. Expertos en salud, autoridades y representantes de la sociedad civil coincidieron en la urgencia de garantizar acceso a tratamientos adecuados y reconocer los factores emocionales y psicológicos que influyen en esta enfermedad. El evento buscó generar conciencia sobre la magnitud del problema y promover soluciones efectivas para frenar su impacto en la población.