El comercio transfronterizo desempeña un papel clave en la economía mexicana, con un crecimiento proyectado, por la CANACAR, del 6% anual hasta 2027. Esta expansión fortalecerá la manufactura y la relación comercial con Estados Unidos, que representa más del 70% de las exportaciones mexicanas. Como parte de este sector, el autotransporte de carga distribuye el 56% de la carga nacional, superando ampliamente al transporte marítimo (31.6%) y ferroviario (12.8%).
En este sentido, el autotransporte de carga es un pilar fundamental de la economía en México y América Latina, pues desempeña un papel esencial en la logística y el comercio. En México este sector representa el 52.7% del Producto Interno Bruto (PIB) logístico y mueve el 83.3% del valor de las importaciones y exportaciones con Estados Unidos, de acuerdo con datos difundidos por la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR). Su impacto en la economía nacional y regional es innegable, ya que permite el flujo eficiente de bienes, promueve el crecimiento de las industrias y fortalece la integración económica.
El autotransporte de carga en América Latina
En la región latinoamericana el transporte de carga terrestre es esencial para la integración económica. La región atrajo más de 224 mil millones de dólares en inversión extranjera directa en 2022, su nivel más alto desde 2013. Sin embargo, el potencial del nearshoring no se ha aprovechado plenamente debido a problemas estructurales como infraestructura deficiente, inestabilidad política y altos costos logísticos.
Sin embargo, la región enfrenta retos significativos. Ernesto del Blanco, Director General de la Ensambladora Latinoamericana de Motores (ELAM – FAW), señala: “El alto costo logístico en América Latina es un obstáculo para la competitividad. Es fundamental invertir en infraestructura y simplificar los procesos aduaneros para mejorar la eficiencia del transporte de carga”.
El Corredor Bioceánico, que conectará Argentina, Paraguay, Brasil y Chile, es un ejemplo de cómo los proyectos transfronterizos pueden mejorar la competitividad regional. Esta vía permitirá reducir en 17 días el tiempo de transporte de exportaciones brasileñas hacia Asia, Oceanía y la costa oeste de EE.UU.
Entre los principales problemas estructurales pueden enlistarse la infraestructura deficiente, los procesos aduaneros burocráticos, la escasez de personal capacitado, la falta de inversión y modernización, y los altos costos de transporte.
El reporte de riesgos LATAM 2024 de Skholl indica que la seguridad también es un factor crítico. En el primer semestre de 2024 Brasil y México lideraron los incidentes de robo de carga de la región, con 3,639 y 843 casos, respectivamente. Esto subraya la necesidad de fortalecer la seguridad en las rutas de transporte.
La relevancia del autotransporte de carga en México
El sector transporte en México contribuye con el 7.3% del PIB nacional y ha mostrado un crecimiento constante, con un PIB de 2.41 billones de pesos en el primer trimestre de 2024, un 1.75% más que el trimestre anterior. Este crecimiento está estrechamente ligado al auge del nearshoring, que ha convertido al país en un punto logístico estratégico en América del Norte. Según la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR), se prevé un crecimiento del 20% en el sector entre 2024 y 2026, impulsado por la relocalización de empresas extranjeras.
Ernesto del Blanco sostiene que “el crecimiento del autotransporte de carga en México está directamente relacionado con la relocalización de empresas extranjeras. La demanda de servicios logísticos eficientes seguirá en aumento, lo que representa una gran oportunidad para la modernización del sector y la generación de empleo”.
La modernización de la infraestructura y la adopción de tecnologías avanzadas han impulsado la competitividad del sector. Ernesto del Blanco destaca: “La digitalización y el uso de tecnologías de geolocalización han optimizado la logística del autotransporte de carga en México, lo que ha permitido reducir tiempos de entrega y costos operativos”.
Si bien estos avances son importantes, persisten retos como el mantenimiento y la seguridad vial. En el índice de desempeño logístico del Banco Mundial, México retrocedió del puesto 53 en 2018 al 66 en 2023, lo que resalta la necesidad de mejoras en infraestructura. Además, la relación comercial con EU ha enfrentado obstáculos regulatorios y restricciones, aunque el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ha ayudado a estabilizar el comercio transfronterizo.
A pesar de la urgencia que representan estos desafíos, el potencial del sector es enorme. El director general de ELAM – FAW concluye: “Si América Latina logra superar sus barreras estructurales, el autotransporte de carga podría convertirse en un motor clave para la integración regional y el crecimiento económico”.
Así, el autotransporte de carga se posiciona como una pieza clave en el desarrollo económico regional. En México su crecimiento está impulsado por la modernización y el nearshoring, mientras que en América Latina la inversión en infraestructura y la reducción de costos podrían potenciar su impacto.