La elección de utensilios de cocina, especialmente aquellos con recubrimiento antiadherente, se ha convertido en un tema complejo para los consumidores. La gran variedad de opciones, combinada con la falta de conocimiento de la población en general y la desinformación que prevalece en el mercado, a menudo lleva a los compradores a tomar decisiones al azar.

Sin embargo, elegir el antiadherente más adecuado, duradero y seguro para la salud requiere más que saber cómo usarlo correctamente.

El “teflón”, que se introdujo en la primera mitad del siglo XX, se ha convertido en un término que se usa para referirse comúnmente a un tipo de antiadherentes. Químicamente conocido como Politetrafluoreno (PTFE), el “teflón” es un polímero que es similar al polietileno, pero con átomos de flúor en lugar de hidrógeno. Fue registrado como marca comercial en su momento y hace referencia a una familia de productos, no a un compuesto químico en particular.

El PFOA (o ácido perfluorooctanoico), es otro antiadherente común, se caracteriza por su inercia química y se utiliza en muchos artículos de consumo diario, no solo de cocina sino en ropa, por su cualidad impermeable. Sin embargo, varios estudios han planteado preocupaciones sobre su seguridad, como el de la Universidad Autónoma de Madrid, que indica que el simple contacto de los PFOA con la piel humana deja una huella tóxica en el ADN, incluso 8 días después de haberse realizado el contacto.

Existe un caso notable de 2001, por contaminación del agua cercana a una fábrica de productos con PFOA en Estados Unidos, lo que llevó a investigaciones sobre la toxicidad de este antiadherente. La Unión Europea lo incluyó en la lista de sustancias de alta preocupación como cancerígeno, tóxico para la reproducción y bioacumulativo. Actualmente, el PFOA está en la lista de contaminantes que ya no debería utilizarse jamás para fabricar utensilios de cocina.

Como respuesta a estas preocupaciones, la industria ha creado alternativas más seguras, como el Starflon, desarrollado por Tramontina, con tecnología propia a base de agua, no es tóxico y cuenta con las certificaciones necesarias que aseguran la calidad y el cuidado de la salud del consumidor al estar libre de PFOA.

“Hoy en día, el Starflon® está presente en las ollas y sartenes antiadherentes de Tramontina, lo que aumenta la calidad, antiadherencia, la resistencia a la abrasión y la durabilidad, además de que es una alternativa que incrementa notablemente la facilidad de limpieza”, asegura Adilson Formentini, Director General de Tramontina en México.

Encontramos también los utensilios de fondo triple, fabricados con acero inoxidable en tres capas. Aunque requieren un método de cocción diferente y un proceso inicial de curación, distribuyen el calor de manera fácil y uniforme, lo que resulta en una cocción adecuada y saludable.

Cada tipo de antiadherente tiene sus propias ventajas y requiere cuidados específicos. Por ejemplo, los utensilios con Starflon, antes del primer uso deben lavarse con esponjas y detergentes suaves y usarse con utensilios de madera o silicona, secar y untar con aceite o grasa, calentar por uno o dos minutos, dejar enfriar y lavar nuevamente. Nunca deben lavarse cuando aún están calientes.

En el caso de los de fondo triple es recomendable que no se usen con fuego alto para no causar manchas.

En resumen, la elección de un antiadherente adecuado implica considerar no solo su eficacia, sino también su impacto en la salud y el medio ambiente, por lo que resulta básico estar informados para tomar decisiones que equilibren la funcionalidad con la seguridad.

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