Satisfacer las necesidades de los consumidores que buscan nuevas experiencias, sabores, texturas e ingredientes es uno de los grandes retos de la industria del helado en México. Este sector, con un amplio margen de crecimiento en el futuro, se encuentra en medio de una revolución tecnológica que busca establecer nuevas tendencias para cubrir con la demanda y los requerimientos productivos y sostenibles del sector.
En conmemoración del Día del Helado (12 de abril), Tetra Pak, empresa líder mundial en soluciones de envasado y procesamiento de alimentos, identifica las tendencias que podrían elevar la ingesta de helado en México, donde el consumo per cápita es de aproximadamente 2 litros por año, cantidad muy lejana a los 28 litros que se comen cada año en Nueva Zelanda o los 20.8 litros que ingiere en promedio una persona en Estados Unidos.
“Actualmente, los consumidores buscan una experiencia completa cuando hablamos de comer helado. Las tendencias se encaminan hacia productos naturales hechos con ingredientes frescos, nuevos sabores, texturas más cremosas y elaboración con formas de producción más sustentables. Los productores por su parte, están ávidos de tecnología que les ayude a cubrir con las exigencias de un público más informado y regulaciones más estrictas”, señaló Francesca Perrone, Processing Sales Manager de Tetra Pak.
El mercado de helados en México alcanzó un valor de más de 2,300 millones de dólares en 2024, de acuerdo con un estudio realizado por Feher Consulting; además, en el documento se estima que el mercado crezca a una tasa anual compuesta de 5.3% entre 2025 y 2034 y alcance un valor de casi 3,700 millones de dólares en 2034.
“Para llegar a esas cifras y cumplir con las expectativas de los consumidores, es posible disponer de tecnología y soluciones que contribuyen significativamente a la producción de helado que abarcan desde la mejora de la calidad y la textura hasta la optimización de recursos y la innovación en productos”, apuntó Francesca Perrone.
Lograr mejora de la calidad y la textura hasta la optimización de recursos y la innovación en productos depende de la tecnología adecuada, ella permite a los productores, entre otras cosas, analizar y ajustar las recetas de helado para optimizar el uso de ingredientes y lograr el equilibrio perfecto entre calidad y costo, proporcionar alternativas de productos con diferentes niveles de proteínas y contenido de grasa, facilitar la incorporación de ingredientes adicionales como chocolate, caramelo o frutas, o conseguir la repetibilidad de los parametros de producción.
“Por ejemplo, existen equipos que aseguran una dosificación precisa y uniforme de los ingredientes, lo que es crucial para mantener la consistencia en el sabor y la textura del helado. Y por otro lado, sistemas de homogeneización controlada garantizan una emulsión fina y estable que resulta en una textura suave y cremosa”, añadió Perrone.
En cuanto a la sostenibilidad, la producción de helado puede integrar sistemas de enfriamiento y congelación diseñados para maximizar la eficiencia energética, lo que reduce el consumo o equipos que disminuyen el desperdicio de ingredientes y minimizan el consumo de agua en los procesos de limpieza.