En un entorno marcado por la inflación, la incertidumbre laboral, económico y el auge del emprendimiento digital, la educación financiera se ha convertido en una necesidad urgente para las nuevas generaciones. En México, según la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (ENSAFI) 2023, el 59.6 por ciento de los jóvenes entre 18 y 29 años tienen algún tipo de ahorro, ya sea formal o informal. Sin embargo, la educación financiera es un punto de partida para que los jóvenes del país tengan una mayor cultura de ahorro.

“Uno de los errores más comunes en los jóvenes es no planificar adecuadamente sus finanzas personales. Esto suele reflejarse en la falta de ahorro y en la acumulación temprana de deudas innecesarias, como tarjetas de crédito con altos intereses o préstamos para bienes de consumo”, afirma el Dr. Emperador Pérez, docente de Broward International University (BIU), institución perteneciente a Planeta Formación y Universidades.

Expresó que desde el inicio de la vida laboral de las y los mexicanos es decisivo para construir una base financiera sólida. Sin embargo, muchos jóvenes caen en la trampa del “gastar para parecer”, influenciados por la presión social, el entorno digital y la falsa sensación de liquidez.

“Es fundamental construir un fondo de emergencia, crear un presupuesto realista, evitar el uso excesivo del crédito, invertir desde temprana edad y mantenerse en constante capacitación financiera”, señaló.

Detalló que muchos jóvenes creen que necesitan ganar mucho dinero para empezar a organizar sus finanzas, pero lo cierto es que el control empieza desde el primer salario, sin importar su tamaño, además que la planificación temprana no solo previene deudas, también permite crear una mentalidad de crecimiento financiero.

Según la Encuesta Nacional sobre Salud Financiera (ENSAFI) 2023 el 60 por ciento de la Generación Z en México cuenta con algún tipo de ahorro, lo que refleja una creciente conciencia sobre la importancia del ahorro entre los más jóvenes.

Ahorrar aunque sea un porcentaje pequeño puede marcar la diferencia en el mediano plazo. Igualmente, hay que quitarle el miedo al presupuesto. No es una camisa de fuerza, es una herramienta para vivir con libertad y sin estrés financiero.

Abundó que uno de los grandes retos de las nuevas generaciones es alcanzar estabilidad sin renunciar al disfrute. Aunque los ingresos pueden ser limitados, una buena organización permite vivir bien y, al mismo tiempo, proyectar el futuro.

“Lograr estabilidad económica sin sacrificar la calidad de vida requiere una gestión financiera inteligente. Por ejemplo, aplicar la regla 50/30/20 puede marcar la diferencia: 50 por ciento para necesidades básicas, 30 por ciento para diversión y 20 por ciento para ahorro e inversión”, explicó.

Esta regla, ampliamente recomendada por expertos financieros, permite un manejo equilibrado del dinero y reduce el estrés asociado a los gastos descontrolados. En un país como México, donde el desempleo juvenil ronda el 5 por ciento, diversificar ingresos se convierte en una necesidad. “Se trata de hacer un consumo inteligente y evitar compras con altas tasas de interés. La clave está en priorizar lo esencial, sin dejar de disfrutar lo que se gana”, añadió.

En materia de las redes sociales, que tienen un poder cada vez mayor en las decisiones de consumo, así como los influencers, retos de TikTok y publicidad constante generan una presión silenciosa pero efectiva para gastar más de lo necesario.

“Si bien estas plataformas han democratizado el acceso al conocimiento financiero y han impulsado emprendimientos, también fomentan el consumismo, la comparación constante y la presión por comprar compulsivamente”, agregó que, “lo ideal es que los jóvenes aprendan a mitigar ese impacto negativo y revertirlo en oportunidades. Las redes también pueden ser aliadas si se siguen cuentas educativas, se accede a contenido de valor y se usan para promover proyectos propios o intra emprendimientos”.

De hecho, un estudio de Deloitte reveló que el 43 por ciento de los jóvenes latinoamericanos ha hecho compras no planeadas influenciados por redes sociales. Frente a este panorama, la educación crítica en el entorno digital es clave.

En referente al tema de inversiones en criptomonedas, las fintechs y otros activos digitales, que han generado nuevas oportunidades, pero también riesgos. En México, cada vez más jóvenes están accediendo a inversiones sin comprender del todo su funcionamiento. “Los jóvenes deben desarrollar una sólida educación financiera que les permita entender cómo funcionan estos activos, identificar los sesgos, evaluar riesgos y ajustarse a las regulaciones gubernamentales”, afirmó.

El Financial Times estima que 1 de cada 5 jóvenes ha perdido dinero en esquemas de inversión no regulados. Ante esto, recomendó diversificar y no invertir más de lo que se está dispuesto a perder. “No se trata de huir de lo digital, sino de entender que todo lo que promete rendimientos altos sin riesgo es una alerta. La mejor inversión es la que se entiende.”

Concluyó que contrario a la creencia popular, se puede construir un futuro financiero sólido incluso con ingresos variables o bajos. El secreto está en la constancia, la educación y la visión de largo plazo. “Hasta con ingresos bajos es posible construir un futuro financiero robusto. Todo empieza por evitar deudas innecesarias, controlar los gastos, establecer y cumplir un presupuesto, y crear un fondo de emergencias”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *