En el marco del Día Mundial de la Salud, que se celebra cada 7 de abril, es crucial recordar y enfatizar la importancia de la actividad física como pilar fundamental para el bienestar integral. Este año 2025, bajo el lema «Comienzos saludables, futuros esperanzadores», la Organización Mundial de la Salud (OMS) centra su atención en la salud materna y neonatal, pero la promoción de hábitos saludables, incluyendo la actividad física, es transversal a todas las etapas de la vida y esencial para construir ese futuro esperanzador para todos.

“La actividad física regular no es solo una herramienta para mantener un peso saludable; es una inversión vital que reporta innumerables beneficios para nuestra salud física y mental”, comentó el Dr. Carlos Suárez Ahedo, ortopedista especialista en cirugía de cadera. La OMS define la actividad física como cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que exija un gasto de energía, esto abarca desde deportes y ejercicios programados hasta actividades cotidianas como caminar, bailar o realizar tareas domésticas.

Los beneficios de la actividad física para la salud física son extensos y bien documentados. El Dr. Suárez Ahedo nos menciona algunos.

  • Prevención de enfermedades crónicas: La actividad física regular reduce significativamente el riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles (ENT), que son la principal causa de muerte prematura en el mundo. Entre ellas se incluyen las enfermedades cardiovasculares (hipertensión, cardiopatía coronaria, accidente cerebrovascular), la diabetes tipo 2, algunos tipos de cáncer (mama, colon), y la obesidad.
  • Control del peso corporal: El ejercicio ayuda a quemar calorías, mantener un equilibrio energético y controlar el peso, previniendo el sobrepeso y la obesidad, factores de riesgo para numerosas enfermedades.
  • Fortalecimiento del sistema musculoesquelético: “La actividad física fortalece los músculos, aumenta la densidad ósea, mejora la flexibilidad y la coordinación, lo que reduce el riesgo de caídas, fracturas y osteoporosis, especialmente en la edad adulta”, recalca el ortopedista especialista.
  • Mejora de la salud cardiovascular: El ejercicio regular fortalece el corazón, mejora la circulación sanguínea, reduce los niveles de colesterol LDL («malo») y aumenta el colesterol HDL («bueno»), disminuyendo así el riesgo de enfermedades cardíacas.
  • Regulación de la glucemia: La actividad física aumenta la sensibilidad a la insulina y ayuda a controlar los niveles de glucosa en sangre, lo que es fundamental para prevenir y controlar la diabetes tipo 2.

El Dr. Suárez Ahedo menciona que “los beneficios de la actividad física trascienden lo físico, impactando positivamente nuestra salud mental y bienestar emocional”. Así que si estás pensando en crear el hábito de la actividad física, puedes también experimentar:

  • Reducción del estrés y la ansiedad: El ejercicio libera endorfinas, neurotransmisores que tienen efectos analgésicos y generan sensación de bienestar, ayudando a reducir el estrés, la ansiedad y los síntomas de la depresión.
  • Mejora del estado de ánimo y la autoestima: La actividad física regular se asocia con un mejor estado de ánimo, un aumento de la autoestima y una mayor sensación de bienestar general.
  • Mejora de la calidad del sueño: El ejercicio regular puede ayudar a conciliar el sueño más fácilmente y a mejorar su calidad y duración.
  • Beneficios cognitivos: La actividad física se ha relacionado con mejoras en la función cognitiva, incluyendo la memoria, la concentración y la capacidad de aprendizaje.

A pesar de los evidentes beneficios, las cifras de inactividad física a nivel mundial son preocupantes. La OMS estima que uno de cada tres adultos no realiza suficiente actividad física, y esta inactividad contribuye a aproximadamente 3.2 millones de muertes cada año; además, más del 80% de la población adolescente mundial no alcanza los niveles de actividad física recomendados.

“La buena noticia es que incorporar actividad física en nuestra rutina diaria no requiere grandes esfuerzos ni inscripciones costosas en gimnasios”, nos recuerda el experto. La OMS recomienda para adultos de 18 a 64 años al menos 150 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada a la semana, o al menos 75 minutos de actividad física aeróbica de intensidad vigorosa, o una combinación equivalente de ambas. Para niños y adolescentes, se recomienda un promedio de 60 minutos diarios de actividad física de intensidad moderada a vigorosa.

“En este Día Mundial de la Salud, hagamos un compromiso individual y colectivo para priorizar la actividad física en nuestras vidas y en nuestras comunidades. Cada paso cuenta hacia una salud óptima y un futuro más saludable para todos”, concluyó el Dr. Carlos Suárez Ahedo.

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