La desigualdad de género en las áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) sigue siendo un desafío a nivel mundial. Según la UNESCO, sólo el 27 por ciento de las mujeres se matriculan en carreras de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y el 28 por ciento en ingeniería.
Además, se estima que para 2050, el 75 por ciento de los empleos estarán relacionados con STEM. Sin embargo, las mujeres representan apenas el 22 por ciento de los puestos en inteligencia artificial, una de las áreas con mayor crecimiento.
Al respecto, Sonia Durán, titular de Capital Humano del organismo Ecosistemas, “dar a las mujeres igualdad de oportunidades en carreras STEM ayuda a reducir la brecha salarial de género, garantiza una fuerza laboral diversa, además de evitar sesgos en el desarrollo tecnológico”.
En México, los datos reflejan una clara desigualdad en el acceso a carreras STEM. Según la última prueba del Programa para la Evaluación de Estudiantes (PISA 2022), 8 de cada 10 niñas superan el nivel mínimo de competencia en matemáticas. Sin embargo, en el ciclo escolar 2022-2023, solo 3 de cada 10 estudiantes en carreras STEM fueron mujeres, y la tasa de egreso también muestra una diferencia significativa: 34 por ciento de mujeres frente al 66 por ciento de hombres.
Dijo que “es importante que las escuelas brinden a las niñas acceso a recursos y oportunidades en áreas STEM desde temprana edad. Esto no solo impulsa su desarrollo, sino que también contribuye a transformar la cultura educativa y garantizar la equidad en el acceso al conocimiento”.
Abundó que la Ciudad de México no es la excepción, de los 40,176 estudiantes que ingresaron a programas relacionados con tecnologías, solo el 32 por ciento fueron mujeres. Además, de las 22,826 personas que egresaron, únicamente el 33 por ciento eran mujeres.
“Las niñas y jóvenes enfrentan múltiples barreras culturales, económicas y educativas que limitan su participación en el sector tecnológico. Es crucial derribar estos obstáculos para fomentar su inclusión en un campo en constante expansión”, señaló.
Indicó que uno de los principales desafíos es la persistencia de estereotipos de género que disuaden a las niñas de interesarse por la tecnología desde edades tempranas. Para contrarrestarlo, es fundamental impulsar campañas de sensibilización y visibilizar a mujeres líderes en el sector STEM como modelos a seguir.
La falta de acceso a recursos tecnológicos y educativos de calidad representa otra barrera importante, por lo que es importante fortalecer programas de inclusión digital, crear espacios de aprendizaje accesibles, que ayuden a las jóvenes a desarrollar sus habilidades y confianza en el sector TIC.
La exclusión digital y científica de las niñas no solo las priva de oportunidades laborales, sino que también limita la innovación y diversidad en los avances tecnológicos. “Solo eliminando las barreras culturales, económicas y educativas podremos garantizar una mayor inclusión de mujeres en este campo en crecimiento”, concluyó.