Este año 2020 ha sido un año diferente en el que, en medio de una pandemia, la humanidad ha hecho
un alto en el camino para entender la importancia de adoptar prácticas mucho más sostenibles que
permitan asegurar la preservación, además de respetar y proteger esos recursos naturales que están en
riesgo.
Dentro de esta nueva realidad, la economía circular ha tomado cada vez más fuerza para resaltar el
enorme beneficio que trae no solo para los gobiernos y las empresas, sino para todas las personas.
Para cerrar este año, la Fundación Ellen MacArthur, principal impulsora de la transición a la
economía circular en el mundo, resalta los aspectos más relevantes en la adopción de este modelo en
América Latina y el inmenso beneficio que deja para la economía sostenible y el trabajo en conjunto
con Gobiernos, empresa y la academia.
En los último cinco años, América Latina ha tenido un gran avance en lo relacionado a la economía
circular y queda claro que ésta ofrece nuevas y mejores oportunidades de crecimiento y aborda
algunos de los mayores desafíos actuales, como el desperdicio, la contaminación, el cambio climático
y la pérdida de biodiversidad, basándose en los principios de eliminar los desechos y la
contaminación, así como mantener todos los productos y materiales en uso y regenerar los sistemas
naturales, lo que genera beneficios para la sociedad, el medio ambiente y la economía.
No es un secreto que el Covid-19 supuso una gran disrupción en la economía mundial y reforzó la
relevancia y urgencia de una transición a una economía circular, que ofrezca nuevas y mejores
oportunidades de crecimiento, reto que asumieron importantes compañías en México como Unilever,
Walmart, Soluplastic y ABInbev / Corona, entre otras, las cuales decidieron ponerse la camiseta para
remar en conjunto y así lograr los objetivos trazados.
Asimismo, la Ciudad de México se ha sumado a ciudades como Sao Paulo, Río de Janeiro, Bogotá y
Salvador para una transición hacia sistemas alimentarios regenerativos de economía circular.
A través de la misión de la Fundación se ha podido identificar cómo está la región actualmente en
materia de sostenibilidad, así como los retos y oportunidades que se deben abordar para cumplir los
objetivos planteados para el 2025 en lo relacionado al uso de plásticos de un solo uso y a la economía
circular en la industria alimentaria.
Este 2020 cierra con interesantes cifras por parte del Informe de Progreso 2020 sobre el Compromiso
Global de Plásticos, que señala que el consumo de plástico de un solo uso disminuyó un porcentaje,
que aunque todavía es bajo, muestra que la tendencia está creciendo en el mundo entero y que hoy en
día entre las 500 empresas signatarias que participan de esta iniciativa, al menos un 25% disminuyó
su consumo de plástico y al menos un 22% de los envases que se utilizan hoy en día son de material
reciclable.
Además, se han reportado cuantiosas inversiones para lograr los objetivos de 2025, lo que eleva el
monto total comprometido públicamente por signatarios del Compromiso Global, en más de $10,000
millones de dólares.
En este tenor, recientemente la Fundación Ellen MacArthur lanzó “Innovación desde el origen: una
guía de soluciones de empaque”, una guía práctica para eliminar la contaminación plástica mediante
soluciones de economía circular que contiene directrices y ejemplos reales para profesionales de la
comercialización, diseñadores de productos e ingenieros de empaquetado.
En materia de alimentación, actualmente se desperdicia un tercio de los alimentos que se producen en
el mundo, una cifra alarmante cuando un 9% de la población mundial sufre de desnutrición. Para
disminuir este impacto, durante 2020 la Fundación continuó su trabajo con ciudades pioneras, líderes
de la industria y socios filantrópicos para desencadenar una transformación del sistema alimentario
en donde nada se convierta en desperdicio y que las empresas en toda la cadena de valor alimentaria
puedan prosperar. Además de integrarse a un modelo circular desde las prácticas agrícolas, ayudará a
obtener beneficios de hasta 10.5 billones de dólares por año para 2050.
“Este año, con todas las dificultades que se han presentado, podemos decir que ha quedado más que
claro que la economía circular ofrece la oportunidad de repensar la forma en que consumimos recursos y generamos desechos y cómo impacta esto al planeta. Por eso, desde la Fundación Ellen
MacArthur queremos hacer un llamado a Gobiernos y empresas para que apoyen la transición a este
modelo que promete crear nuevas y mejores oportunidades de crecimiento, además de impulsar el
cumplimiento de los principios de la ODS y los objetivos climáticos de 2030.” señala Luísa Santiago,
Líder de la Fundación Ellen MacArthur para Latinoamérica.