La organización internacional Pure Earth, y la Fundación Clarios, lanzaron la iniciativa “Protegiendo el potencial de cada infante”, cuyos esfuerzos se centrarán en cinco países: Bangladesh, Georgia, Ghana, Indonesia y México, buscando crear conciencia sobre el impacto negativo de la exposición al plomo en la salud y el desarrollo de los niños.
La Dra. Mara Téllez Rojo, investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), dijo que la contaminación por plomo en los sectores de artesanías, cerámica de productos de barro provoca una grave intoxicación en los niños, señalando que dicha contaminación provoque problemas de aprendizaje de los infantes, denunció que entidades como Puebla, San Luís Potosí y Tlaxcala, son los peores estados en utilizar altas concentraciones de plomo en creación de sus productos.
Ejemplificó que en el estado de Morelos se midió el plomo en la sangre de los infantes y un 15 por ciento de recién nacidos tenían problema de presencia de este metal, mientras que el estado de Puebla supera el 50 por ciento.
“En zonas vulnerables de entidades con vocación de alfarería y uso de óxido de plomo, se tiene el gran riesgo de que un 60 por ciento de las madres de familia consumen alimentos en ollas de barro vidriadas que tienen presencia de dicho metal.
Detalló que el “Informe nacional de niveles de plomo en sangre y uso de barro vidriado en niños vulnerables”, confirmó que la principal fuente de exposición al envenenamiento por plomo en México es la cerámica tradicional vidriada con plomo que se utiliza para cocinar y servir alimentos en muchos hogares y restaurantes de todo el país.
El estudio detalla que 1.4 millones de niños entre uno y cuatro años de edad (que representan el 22 por ciento de la población de la investigación) tienen niveles elevados de plomo en sangre por encima de 5 μg/dL. Dicho porcentaje en Puebla se eleva al 50 por ciento, dicha cifra es citada en el trabajo del INSP.
Para tratar de revertir esta situación, la iniciativa Protegiendo el potencial de cada infante, a través del programa Barro Aprobado -que desde el 2009 se ha dedicado a apoyar a las comunidades alfareras para estimular a que su producción sea libre de plomo- lanzan una estrategia multifacética que incluye educación comunitaria sobre los peligros para la salud y los beneficios económicos de prácticas más seguras; capacitar a los alfareros en el uso de esmaltes sin plomo, comercialización y aumentar la demanda de cerámica sin plomo.
La Secretaría de Salud federal indica que las afectaciones que pueden darse por la exposición al plomo pueden causar intoxicación, dolor de cabeza, cansancio, daño neuronal a los niños, afectaciones renales e incluso malformaciones físicas durante la gestación.
El plomo puede encontrarse en colorantes, recubrimientos y decoraciones de platos, tazas, ollas, cazuelas, sartenes y salseras que se fabrican en muchos municipios del país.
En 20 estados se hace alfarería y 60 por ciento de las artesanías de barro vidriado usa oxido de plomo que en muchas ocasiones daña a las personas. A nivel nacional, se ha reconocido que casi 12 millones de hombres y mujeres se dedican a la fabricación de productos de barro, artesanías, etc., recordó que Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart) desde 2013 trabaja en comunidades indígenas y utilicen el mínimo o sustituyan la aplicación de plomo en el barro vidriado.
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