María Candelario Palma Marcelino, del estado de Guerrero, y Alejandro Ríos Rodríguez, de la Ciudad de México, son dos jóvenes promesas que estudian cinematografía y aspiran a convertirse en cineastas profesionales gracias al apoyo y respaldo que les ha brindado la Beca Jenkins-Del Toro.

El objetivo de la beca es fomentar el arte cinematográfico mexicano e impulsar a esta industria como un rubro de desarrollo cultural, artístico, social y económico. Este beneficio es posible gracias a los recursos que aportan la Fundación Mary Street Jenkins, la organización del Patronato del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, A. C., la Universidad de Guadalajara, la Fundación Universidad de Guadalajara A. C., y el director mexicano Guillermo Del Toro.

La Beca Jenkins-Del Toro apoya hasta con 60 mil dólares los gastos relacionados con los estudios de licenciatura o maestría, como colegiatura de la universidad hasta el final de la carrera, estancia (costo de la renta de la vivienda), manutención, traslados aéreos para que el estudiante viaje desde su ciudad de origen al sitio donde cursará sus estudios, contratación de un seguro de gastos médicos y de vida, y una cantidad fija para solventar la compra de libros y materiales de estudio a juicio del jurado.

De acuerdo con María Candelario Palma, cuando se postuló para la Beca Jenkins-Del Toro, en diciembre de 2018, “muchos miedos invadían mi cabeza. La decisión fue muy difícil por el miedo a que me dijeran que no, que no se puede. Yo vengo de una comunidad rural muy cerca del Puerto de Acapulco. No he podido terminar mi carrera por cuestiones económicas. Mis padres son campesinos y son muy mayores de edad”, relató.

Recuerda que, cuando en marzo de 2019, le hablaron para avisarle que había ganado, “no lo creía, era una locura, fue un sueño muy bonito; regresar a mi tierra y platicar con mi gente me motiva a seguir caminando”.

“La pandemia vino a retrasar todo, pero la Escuela Internacional de Cine y Televisión, en San Antonio de los Baños, en Cuba, es el lugar donde durante tres años estaré aprendiendo de este hermoso arte que es el cine”, aseguró María Candelario, quien en los próximos días viajará para iniciar su formación académica.

“Estoy muy agradecida con Guillermo Del Toro, con la Fundación Jenkins, con Estrella Araiza y con la Universidad de Guadalajara, por tener esta iniciativa y creer en el talento de los jóvenes mexicanos”, agregó.

Por su parte, para Alejandro Ríos Rodríguez la Beca Jenkins-Del Toro “significó una bocanada de oxígeno para la vida y los sueños. Es un buen golpe de realidad. Estudiar en otro país ofrece la posibilidad de cavar en la identidad para resonar más allá de uno mismo. Con toda la ignorancia e inseguridad que esta pregunta conlleva, la Beca es un abrazo de certeza que acompaña. Un cálido recordatorio de apoyo”, expresó.

A seis meses de estudiar la Maestría en Dirección de Cine en la Academia de Artes de Praga, confesó que “nada ha faltado; el soporte es constante, hay alimentos, libros, vivienda y colegiatura”.

Afirmó que “hay un aura de magia y nobleza detrás de quienes hacen posible esta Beca”, por lo que expresó su agradecimiento al Patronato del Festival Internacional de Cine de Guadalajara, a Estrella Araiza, a Guillermo del Toro, a la Fundación Mary Street Jenkins y a la Fundación de la Universidad de Guadalajara. Gracias por crear un espacio para que realizadoras y realizadores mexicanos puedan cultivar ofrendas y abrir los ojos a las posibilidades sintiendo que se está bien armado”.

Hoy por hoy, Guillermo Del Toro, guionista, director y productor mexicano, se ha convertido en uno de los grandes impulsores de nuevos talentos en el mundo del cine mexicano, al apoyar proyectos que le inspiran y a profesionales en los que reconoce un gran talento, pasión y compromiso especial por contar historias como estos jóvenes.

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