La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) indica que en México, una de cada 4 especies de la biodiversidad endémica puede extinguirse por causa del hombre en 30 años; y que en la última década aumentaron en 27.7 por ciento las especies en peligro de extinción en el territorio.

Al respecto, Úrsula Parrilla, nueva directora de la Oficina Regional de la UICN para México, América Central y el Caribe Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UINC), declaró a este reportero que tras este año atípico en todo rubro, es un reto el mantener, retomar y consolidar los trabajos a favor de la biodiversidad en Latinoamérica.

Dijo que en México la situación biodiversa es compleja, pues se tiene documentado que un 50 por ciento de los ecosistemas del país han sido impactados de forma negativa, un ejemplo es la pérdida de 212 mil hectáreas de bosques en la pasada década.

Relató que si la pandemia de COVID-19 deja una lección es que el hombre tiene gran dependencia de la naturaleza y se deben proteger los ecosistemas de fenómenos como el Cambio Climático, la minería, los incendios, la sequía, la frontera agrícola (la agricultura registra pérdidas de 13 mil millones de dólares por la afectación ambiental), presiones urbanas, etc., son aspectos que confluyen en no cumplir las metas del Acuerdo de Aichi.

Expuso que este organismo internacional colabora con diversas instancias gubernamentales y civiles de México y Centroamérica para proteger la selva maya, aunado a establecer un correcto manejo de las áreas naturales protegidas de la región e impulsar el uso de nuevas tecnologías para evitar el fuego en sitios como es la Reserva natural de Calakmul, en el sureste del país.

En México, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), encargada de cuidar el 22 por ciento del territorio nacional, su presupuesto sólo alcanza para destinar unos 10 pesos (.5 dólar) por hectárea de tierra protegida, indica el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA); organización que subraya que de 2013 a 2020, el sector ambiental federal destinado a la protección del medio ambiente ha perdido 2 mil 515 plazas laborales, debido a la austeridad del gobierno de México.

También ejemplificó que “la Organización de Cooperación de Desarrollo Económico (OCDE) indica que el gasto público internacional en medio ambiente asciende a 4 a 9 mil millones de dólares, sin embargo, las afectaciones ecológicas suman más de 500 mil millones de dólares; mientras que si se contabiliza el valor económico de los ecosistemas actuales suman entre 125 a 140 mil billones de dólares”.

En México, la preservación de la biodiversidad es preocupante y requiere se atienda de forma inmediata, ya que se estima en 2 mil 300 las especies y subespecies que se hayan en las diversas categorías de riesgo de extinción, de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana 059, que cataloga a especies en peligro. En lo que va de este siglo, en México se han extinguido 11 especies de peces, 7 de mamíferos, 19 de aves y 4 de plantas.

Cabe mencionar que la naturaleza proporciona a la humanidad materia prima para crear bienes y servicios indispensables: la comida que comemos, el agua que bebemos, el aire que respiramos; así como la regulación del clima global, todos dependen de la existencia de vida vegetal y animal.

El reporte “Biodiversity at risk: preserving the natural world for our future” de la empresa AXA Research Fund, estima que los ecosistemas del mundo proporcionan beneficios equiparables a entre 125 y 140 billones de dólares al año, lo que equivale a 1.5 veces del Producto Interno Bruto (PIB) mundial.

Sin embargo, los efectos negativos del crecimiento económico en el medio ambiente están socavando la sostenibilidad del modelo social actual, y debe el hombre empezar a cuestionarse sobre la eficiencia de los indicadores tradicionales de riqueza y desarrollo, como lo es el PIB, que no contempla el bienestar humano y ambiental.

La directiva de UICN en relación a la entrada en funcionamiento del Acuerdo de Escazú, declaró que “este tratado de 12 naciones –incluido México- toca una fibra esencial para regular y conservar la biodiversidad, dando atención especial a los ambientalistas, pues Latinoamérica se caracteriza por ser la región del planeta más peligrosa para las personas comprometidas con los ecosistemas.

“Esperamos que los países firmantes establezcan las acciones y políticas acordes al cuidado biodiverso y humano. Este acuerdo tiene gran interrelación y busca metas similares a objetivo 0-61 de la UICN, que exhorta a los Estados firmantes a contar con marcos legales que conserven la vida de las personas y los diversos ecosistemas”, señaló.

Cabe recordar que Naciones Unidas informó que un millón de especies animales y vegetales a nivel global están en peligro de extinción y los ecosistemas naturales se han reducido en promedio en un 47%. Sólo en América Latina, cuatro especies ya han desaparecido completamente en los últimos 15 años.

En el mundo habitan más de 108 mil especies conocidas, según datos del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), de estás en México están presente el 6.5% mundial.

En otro tema, la directiva de la UICN destacó que la COVID-19 provocó que la humanidad se resguardará y permitió un hecho no visto en décadas, y muchas especies de animales se acercarán las ciudades u ecosistemas que antes eran suyos; acciones coyunturales, sin embargo, esto no mejora su realidad a nivel continental. “Vemos con preocupación que la deforestación y degradación de los ecosistemas del trópico americano no dejan de crecer. Aunado a que la pandemia desemboca en la baja presupuestal a organismos ambientales gubernamentales”, dijo.

Catalogó que la COVID-19 debe provocar que la humanidad tenga una mayor conciencia de proteger la salud humana y biodiversa, pues acabar con los ecosistemas es tan perjudicial para las especies animales como al hombre. “La pandemia es nuestra gran oportunidad de impulsar una salud humana-animal de forma unísona”.

Recordó que la humanidad ha enfrentado una serie de pandemia a los largo de los siglos, sin embargo, la COVID-19 puso de relieve la fragilidad de los sistemas de salud y economía, y apunta a la necesidad de adoptar una economía verde y desarrollo social a favor de ciudades con espacios abiertos, tener aire limpio en las urbes y establecer una adecuada salud social.

Para los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, la participación del sector privado es clave en los esfuerzos para recuperar la biodiversidad perdida, considerando la brecha en los fondos requeridos. Actualmente, se destinan alrededor de 39 mil millones de dólares por año a la conservación, mientras que se necesita un estimado de entre 300 y 400 mil millones para preservar ecosistemas saludables.

La pérdida de biodiversidad podría tener un alto costo para la economía si no se le brinda la importancia debida. Los países que corren mayor riesgo son las poblaciones de bajos ingresos, que dependen más de los recursos naturales para empujar su economía.

TRÁFICO DE ESPECIES Y EL CRIMEN ORGANIZADO

La recién nombrada titular de la UICN en la Oficina Regional de la UICN para México, América Central y el Caribe, al ser cuestionada sobre la presencia del crimen organizado en el tráfico de especies, aceptó que “en México y Centroamérica es una lamentable realidad que los carteles de las drogas están involucrándose de forma muy perniciosa en la pérdida de especies y se requieren de diversos esquemas legales y judiciales para frenar esta realidad. Esperamos que el Acuerdo de Escazú sea un elemento que ahonde en contener dicha situación.

Alertó que México tiene grandes problemas en preservación de la biodiversidad con sus conflictos de crecimiento urbano desordenado, crisis delincuencial, migración humana, sequías, pobreza, Cambio Climático, etc.

La UICN apoya a México a establecer propuestas de rescate del paisaje forestal, agregó que, nuestra nación tiene un mosaico enorme de ecosistemas y presencia de muchas especies endémicas y se requieren de diversas políticas para su preservación, un ejemplo son las entidades del bajío, cuya vocación industrial implica establecer acciones de control de la contaminación a su alrededor y fomenten se tengan corredores ecológicos para apoyar a la biodiversidad local.

Por su parte, el profesor del Instituto de Ecología de la UNAM y uno de los ecologistas más renombrados del país, Gerardo Ceballos, declaró a este reportero que la COVID-19 surgió del tráfico y uso indiscriminado de la biodiversidad y esto no tiene que olvidarse en ningún momento, pues esta situación derivó en vivir una crisis social nunca antes vista. “Esto debe derivar en ser sustentables no sólo por conciencia, sino hasta por interés de viabilidad de la propia humanidad”.

Se estima que las políticas de prevención del tráfico de especies y prevención de enfermedades son 100 veces más baratas que padecer de sus problemas derivados de este delito, como es la COVID-19. Esta enseñanza tiene que quedarle muy claro a las autoridades y poner un alto a las tradiciones culinarias –alimentarse de especies no comestibles- que provocan diversos males. Por fortuna, la propia China ya reconoció de forma pública que el tráfico de especies es un mal que urge contener y que no lo está realizando de forma adecuada”, dijo.

Se estima que el tráfico de especies, representa ya la segunda causa más importante de extinción de especies en el mundo y el principal factor de transmisión de enfermedades zoonóticas, padecimientos que representan el 75% de todas las enfermedades infecciosas emergentes, incluyendo la que causó la pandemia de COVID-19.

El investigador universitario dijo que “no debemos olvidar que nos quedan 15 años antes de que esta realidad insustentable no tenga un regreso, tenemos que actuar prontamente para proteger a la viabilidad humana. El futuro tiene como plazo el año 2035, es el año cero”.

Enfatizó que “no tenemos 20 años o más para remediar la degradación ambiental, eso es ficción, las metas mundiales en atención ambiental urgen tener avances en el corto plazo, sin embargo, no existen políticas articuladas a favor de la biodiversidad en México y el propio planeta, es urgente tener un eje ambiental social, político y empresarial”.

Denunció que el tráfico de especies es el cuarto delito más lucrativo del planeta –atrás del tráfico de personas, de armas y drogas-, aunado a que el Cambio Climático sigue latente como un rival infinitamente más grande que la pandemia sanitaria, pues el fenómeno ambiental acabará con la humanidad poco a poco y provocará enfermedades, hambre, guerras, extinciones, etc.

UICN LANZA PLAN A UNA DÉCADA

Úrsula Parrilla detalló que en la reunión cuatrianual que realizará en Marsella, Francia, la UICN, para el último trimestre del año, servirá de marco para el lanzamiento del proyecto mundial “Naturaleza 2030”, que es el primer gran programa a largo plazo de la UICN, pues siempre se trabajaba a plazos de cuatro años. “En estos momentos, por la crisis económica no se ha podido actualizar la lista de especies de la UICN. Puedo informar que se tienen más de 2,500 especies en riesgo de extinción, 49 especies extintas en las últimas décadas y se estima que 30 por ciento de las especies del planeta están en alguna categoría de riesgo”.

Puntualizó que “la UICN hace un llamado a los sectores ajenos al medio ambiente y se alíen a favor de las propuestas verdes, pues todo el desarrollo social está afectado por la pandemia y no se “puede tapar el sol con un  dedo”, así que es momento que todos trabajemos a favor de la biodiversidad, los ecosistemas y la humanidad”.

QUE VALOR TIENE LA BIODIVERSIDAD PARA MÉXICO

Datos proporcionados a este reportero del estudio “Valoración Económica de los Recursos Biológicos del país”, de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO), de Edmundo de Alba y María Eugenia Reyes,  subrayan que la valoración económica de la biodiversidad, es un instrumento útil para la gestión de los recursos naturales que permite, si es adecuadamente utilizado, dar criterios cuantitativos para la priorización de las actividades a realizar en estos ecosistemas.

Se ejemplifica que el bosque templado mexicano cuenta con al menos 613 especies de plantas utilizables, que con el conocimiento y la tecnología actual podrían generar 1.17 millones de toneladas de biomasa con un valor en el mercado de 528 millones de dólares.

El bosque tropical, con al menos 574 especies de plantas, podría generar 1.6 millones de toneladas de materia vegetal con un valor en el mercado de 729 millones de dólares.

Adicionalmente, se estima que los ingresos anuales obtenidos por ecoturismo podrían alcanzar entre 30 y 34 millones de dólares.

 EL MURO FRONTERIZO, UN PELIGRO ECOLÓGICO

El fragmento de muro en la frontera entre México y Estados Unidos es considerado un factor importante para la extinción de animales y vegetales, ya que al reducir su movimiento puede resultar afectado el proceso de intercambio genético y la reproducción quedaría acotada a los parientes cercanos, sostuvo Rurik Hermann List Sánchez, jefe del Departamento de Ciencias Ambientales de la Unidad Lerma de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), en la Ciudad de México.

 

Al limitar dicho entorno “estamos impidiendo el acceso a recursos necesarios para sobrevivir: obtener alimento, tener a las crías, que éstas crezcan sanas y eventualmente dejen el grupo familiar”, afirmó.

La región colindante con el vecino país es un paisaje formado a lo largo de miles de años donde –desde los matorrales tamaulipecos en el este y mediterráneo en Baja California, hasta los pastizales en los desiertos de Chihuahua y Sonora– los animales vivieron a lo largo de todo este tiempo ciclos de vida sin haber estado amenazados por el surgimiento de infraestructura urbana y carretera.

 COMIENZA CUENTA REGRESIVA DE LA SEXTA EXTINCIÓN GLOBAL

La sexta extinción masiva deriva en que las especies que se han extinguido en los últimos 100 años, habrían tardado 10,000 años en desaparecer bajo los grados de extinción normales, sin intervención del hombre. En un año, perdimos las especies que hubiéramos perdido en 100 años. Esa es la magnitud del problema, enfatizó Gerardo Ceballos.

El papel de extinguidor de biodiversidad del hombre se compone de tres causas: el aumento de la población humana, el consumo y el uso de tecnologías nocivas como los combustibles fósiles. Aunado a la presencia de la contaminación del aire, las especies invasoras, y ahora el calentamiento global que están contribuyendo a la muerte masiva de especies.

El investigador universitario detalló que esta situación confirma que los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) relacionados al medio ambiente se incumplirán en 2030 y 2050; en el caso de México, denunció que “se tiene una política ambiental y energética muy equivocada, pues es increíble que se apueste por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), de apostar su sexenio a las energías fósiles con Petróleos Mexicanos (Pemex), cuando el mundo está girando a los sectores renovables.

 

Calificó de lamentable que los intereses de un grupo político impongan a una petrolera en México cuando es una realidad que ya es insustentable el revivirla. “No olvidemos que el Presidente López Obrador, desde hace años ha dado a conocer que no es muy amigable con el medio ambiente y su actual Administración es muestra de ese accionar no ecológico”.

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