Como parte de la celebración del Día Mundial del Medio Ambiente,  la Organización de las Naciones Unidas lanzó este año el Decenio sobre la Restauración de los Ecosistemas, cuyo objetivo es  prevenir, detener y revertir la degradación de los ecosistemas en todo el mundo con iniciativas para ayudar a erradicar la pobreza, combatir el cambio climático y prevenir una extinción masiva.

La pérdida de biodiversidad es cada vez más notable y consecuencias como la crisis climática ponen en riesgo la vida de  todos los seres vivos.  Para los seres humanos la biodiversidad sana nos ayuda a obtener alimentos, nos da materiales para nuestro bienestar y nos brinda abundante agua para el desarrollo de las poblaciones. En el caso del abastecimiento de agua de la Ciudad de México, la principal fuente de infiltración y recarga del acuífero, de donde proviene más del 50% del agua para consumo, es el suelo de conservación.

¿En dónde se ubica el Suelo de conservación en la CDMX y cual es su importancia?

Esta zona se ubica al sur de la Ciudad, la superficie actual del Suelo de Conservación ocupa un poco más del 59% del área total de la Ciudad de México, su objetivo es brindar servicios ambientales e hidrológicos para mejorar la calidad de vida y la seguridad hídrica, tales como:

Captura e infiltra el agua de lluvia

Ayuda a controlar y regular las inundaciones

Contribuye a mejorar la calidad del aire, la temperatura y la humedad.

Captura los gases a través de su cubierta vegetal generando un  efecto invernadero.

Disminuye los procesos de erosión y favorece la humedad y retención de los suelos.

Absorbe la radiación solar, lo que favorece a un clima templado y disminuye las ondas de calor.

“En México, los recursos hídricos están muy presionados por el consumo excesivo, la urbanización, la contaminación y los efectos del cambio climático. El suelo de conservación de la Ciudad de México tiene gran relevancia, ya que de ahí surge la recarga del acuífero;  la sobreexplotación de este tipo de suelo compromete el abasto de la ciudad, pues actualmente se extrae más del doble del agua de la que se recarga de manera natural, rebasando los 763 millones de m3. Tenemos que seguir trabajando para proteger y recuperar los suelos de conservación que son los únicos que aseguran el acceso a un recurso tan vital como el agua potable”, destacó Eduardo Vázquez, Director Ejecutivo de Agua Capital.

¿Cuál es el riesgo al perder este Suelo de conservación?

Con la pérdida del suelo de conservación, es muy probable que se ponga en riesgo la sustentabilidad de la ciudad, porque podría herir severamente los ecosistemas, se incrementaría  el riesgo de la capacidad de recarga del acuífero y aumentarían la contaminación ambiental y los efectos del cambio climático.

De hecho, según las autoridades de la Ciudad, cada hectárea urbanizada reduce el abastecimiento de 2.5 millones de litros de agua al año, lo que representa una disminución en seguridad hídrica y la afectación de la calidad de vida de los habitantes.

Cada año se pierden entre 150 y 200 hectáreas de suelo de conservación. Las principales amenazas son:

La deforestación

La tala ilegal

La urbanización

Los asentamientos irregulares e invasiones

Los incendios

Las malas prácticas agropecuarias

La restauración de los ecosistemas la puede poner en marcha prácticamente cualquier persona. Pero es necesario el apoyo del gobierno y organismos públicos, así como de la iniciativa privada, industrias y sociedad civil.

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