En los últimos meses, los cuerpos de emergencia mexicanos han concentrado esfuerzos para mantener a salvo a la población de al menos 16 entidades federativas. De acuerdo con la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR), durante la primera mitad del año, se presentaron hasta 70 incendios forestales al día, afectando una superficie cercana a las nueve mil hectáreas de pastos y matorrales en las regiones del noreste, noroeste, occidente, sureste y suroeste de México.
En México, la CONAFOR, en colaboración con autoridades estatales, municipales, la Guardia Nacional (GN), la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) y la Secretaría de Marina (SEMAR) -ésta última con una flota de 22 helicópteros con atributos para operar helibaldes-, implementa el Programa Nacional de Protección contra Incendios Forestales, a través del cual se establecen las estrategias y acciones para combatir y controlar incendios.
Anualmente, CONAFOR registra y atiende centenas de incendios forestales en temporadas de calor en todo el país, por lo que la operación coordinada entre autoridades estatales y federales, así como de sus helicópteros ligeros y de mayor tonelaje, ofrecen mejores resultados en cuestiones tácticas en la extinción de incendios.
Las autoridades de protección civil de los estados de Aguascalientes, Jalisco, San Luis Potosí y Nuevo León, cuentan con un helicóptero H125 cada uno, que, debido a sus capacidades de reconfiguración rápida, operan diferentes misiones de seguridad, protección civil, vigilancia y extinción de incendios.
De hecho, el pasado 7 de junio, el gobierno de Aguascalientes desplegó la aeronave “Águila 1” para extinguir un incendio que consumió alrededor de 100 hectáreas en el cerro de El Picacho. El helicóptero arrojó 90 mil litros de agua desde las alturas, contribuyendo así con los trabajos realizados en tierra.
Se estima que alrededor de 1,500 combatientes, entre equipos terrestres y aéreos, han participado en las acciones para controlar el fuego en México durante el presente año. Sin duda, ha sido un trabajo coordinado, pero destaca la intervención de diferentes helicópteros que, gracias a sus capacidades operativas, han sido clave, no sólo en las misiones, sino también para la protección de los cuerpos de extinción de incendios; y para muestra, las siguientes cuatro razones por las que los helicópteros son fundamentales en la lucha contra los incendios en México.
En el caso de los incendios forestales en zonas de difícil acceso por las condiciones geográficas y que dificultan la participación de equipos terrestres, los helicópteros se encargan de manejar el ataque inicial, el control y la liquidación; es decir, las tres etapas de trabajo para extinguir por completo un incendio, utilizando un depósito llamado helitanque (una configuración para helicópteros especializados en este tipo de misiones) o un helibalde (denominado bambi bucket) que se utiliza como carga externa, el cual cuelga de un gancho de carga o en el centro de gravedad de la aeronave.
En comparación con el tiempo de reposteo de un vehículo cisterna para la extinción de incendios, un helicóptero es más eficiente en el lanzamiento de agua porque puede repostear líquido en mucho menos tiempo que un vehículo terrestre y así aumentar el número de lanzamientos, un factor clave en situaciones de alto grado de emergencia y áreas de difícil acceso por tierra o alejada de suministros de agua para las unidades cisterna.
Los equipos de ala rotativa pueden desempeñar dos clases de funciones en la liquidación de un incendio: táctica, para participar directamente en la extinción del fuego a través del transporte y lanzamiento de agua en la zona afectada; así como la logística, para evaluar el alcance y la evolución del problema, aportando información clave para la toma de decisiones en el plan de acción que el equipo a cargo seguirá durante la operación.
Los helicópteros tienen la capacidad de llegar más rápido y de cambiar de posición dentro del campo de acción, según lo requieran las necesidades de extinción, siendo capaces de moverse al frente, los flancos o la retaguardia de la emergencia en minutos durante las etapas de ataque inicial, control y liquidación.
En México, Airbus Helicopters es el proveedor número uno de helicópteros con una flota en operación de más de 140 aeronaves, incluyendo algunos modelos que pueden atender misiones de extinción de incendios como el H125 y el H145; este último puede transportar a más de ocho brigadistas y 1,000 litros de agua para combatir incendios.
Estas aeronaves cumplen con un alto nivel de seguridad, versatilidad y potencia para llevar a cabo cualquier tarea que requieran los operadores, gracias a sus capacidades de rápida reconfiguración, incluyendo tareas de búsqueda y rescate, vigilancia, evacuación médica, oil and gas, entre otras.
El H215 y el H225, miembros de la familia Super Puma de Airbus Helicopters, son dos de los helicópteros que, en la región, ofrecen un rendimiento superior en tareas de extinción de incendios, ya que cuentan con una mayor capacidad de alcance y carga, siendo capaces de transportar hasta 4,000 litros de agua y llevar a más de 20 brigadistas a las zonas que requieren el apoyo para controlar y extinguir una emergencia. En la actualidad, hay aproximadamente 230 helicópteros H225 en servicio, que operan en modalidades civil y militar en América Latina, Asia y Europa.