El sitio web www.comunidadesybosques.ccmss.org.mx, es una iniciativa del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS) que reúne la información geoespacial y las bases de datos sobre los núcleos agrarios forestales, sus polígonos, permisos de aprovechamiento y certificaciones de manejo forestal comunitario.

Además, sistematiza la información sobre apoyos otorgados por la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) en años recientes. Por primera vez, todo el sector forestal está reunida en un solo lugar y puede consultarse de forma pública.

En México hay 14 mil 341 ejidos y comunidades con al menos 200 hectáreas de bosques, selvas o matorrales en sus territorios; de ellos, 2310 (16.1 por ciento) cuentan con al menos una autorización de aprovechamiento forestal maderable. Esto convierte al país en un referente mundial del manejo comunitario de sus bosques.

En el sitio web de Comunidades y Bosques en México se pueden consultar y descargar la base de datos de comunidades y ejidos con autorizaciones de aprovechamiento forestal maderable vigente, el listado de los núcleos agrarios con certificación de manejo forestal en el esquema de la NMX-143 y del Forest Stewardship Council; análisis de los subsidios al sector forestal en el periodo de 2010 a 2020; análisis sobre la cobertura forestal y la propiedad social del país y documentos sobre el manejo forestal comunitario en México.

Este proyecto que recopila mapas, datos y cifras sobre los proyectos comunitarios de manejo y aprovechamiento forestal será de gran utilidad para visibilizar la importante labor de las comunidades.

México es un país eminentemente forestal en el que, de manera preponderante, las comunidades y ejidos son quienes realizan las actividades de manejo y producción forestal. No obstante, es un sector con poca visibilidad y al que no se le da la justa importancia. Este proyecto busca revertir esta situación”, comentó Salvador Anta, especialista en silvicultura comunitaria e integrante del CCMSS.

Los emprendimientos productivos forestales permiten a los núcleos agrarios generar ingresos y fuentes de empleo para mejorar su nivel de vida, al tiempo de asegurar la conservación en el largo plazo de los ecosistemas forestales y de la biodiversidad.

Aunque las comunidades y pueblos indígenas de nuestro país han manejado y aprovechado los recursos naturales de sus territorios de forma ancestral, fue hasta finales de la década de los años 80 que recuperaron la soberanía para el aprovechamiento formal de sus recursos forestales, resultado de distintos movimientos campesinos que impulsaron la modificación al marco legal para evitar que sus predios se siguieran concesionando a empresas privadas.

La superficie autorizada para el aprovechamiento forestal maderable a ejidos y comunidades es de 4.1 millones de hectáreas, que representa el 80 por ciento de la superficie total autorizada por la Secretaría de Medio Ambiente federal.

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