La Fundación James Dyson dio a conocer que el primer lugar del premio James Dyson en México en 2021, correspondió al proyecto “Tríada. Juego de cubiertos para personas con discapacidad visual”, creado por Laura Alejandra Tovar Gómez, estudiante de Diseño Industrial del Tecnológico de Monterrey (ITESM), Campus Querétaro.
El proyecto queretano nace de la premisa de que las personas con discapacidad visual que enfrentan múltiples retos en su día a día, desde moverse en espacios poco conocidos, hasta ingerir sus alimentos sin asistencia, no obstante son capaces de desarrollar habilidades para superar las dificultades cotidianas y a través de herramientas, alcanzar un grado de independencia que les permitirá mejorar su calidad de vida.
Este proyecto nace de la inspiración de una necesidad básica para los seres humanos, que es comer, y que, en muchas ocasiones, se dificulta cuando existe algún tipo de discapacidad.
Detalla a este reportero que Tríada es un juego de cubiertos cuyo diseño permite a las personas con discapacidad visual sentir, identificar y diferenciar el mango de cada cubierto gracias a la textura que se agregó a la cuchara, al tenedor y al cuchillo, cada una con diferente color, esto último para que las personas que logran distinguir y contrastar algunos colores también pueden reconocerlos sin necesidad de tocarlos.
Explicó que la idea de crear Triada nació de una observación de cómo las personas débiles visuales batallan mucho en identificar la cuchara, el tenedor y el cuchillo y al tocarlo mucho con las manos podían contaminarlo.
“Al apreciar lo anterior surgió la idea de crear los cubiertos con bordes identificables para personas débiles visuales, situación que me costó unos 2 meses de tiempo y que consta de colocar líneas en el mango de los utensilios y que definen a un cuchillo, pequeñas bolitas a una cuchara y triángulos a un tenedor, que son identificables con el tacto”, dijo.
La estudiante universitaria mencionó que durante la concepción de la idea realizó una serie de entrevistas a personas con debilidad visual para que le hicieran notar específicamente que tan complejo es alimentarse con los cubiertos normales. “Busqué información en Internet y diversas marcas y no encontré que existieran utensilios de cocina pensados a este segmento poblacional y ello fortaleció la idea de crear Triada”.
Al cuestionarla sobre el impulso a la innovación en Querétaro, agregó que, las universidades, las empresas y el gobierno están en gran forma impulsando las nuevas ideas y apreció al Estado como una gran incubadora de la técnica. Tengo planes de llevar a Triana para que alguna empresa, organización social o hasta gobierno lo convierta en un producto generalizado.
“Agradezco mucho a la Fundación Dyson por el premio y felicitó a todos los y las participantes, con sus grandes ideas; nunca pensé ser la ganadora, pues me inscribí en el último día y no imaginaba que me avisarían un día que era el primer sitio.
Puntualizó que los jóvenes actuales tienen grandes ideas y que gustan de ser incluyentes y no pensar que cosas tan comunes como los cubiertos de mesa son cosas que no requieren mejorar; no es sólo impulsar cosas bonitas sino que sean útiles para todos. “Nuestra generación y los niños traemos la actitud de retar y cambiar para bien la vida social, lo ambiental y la equidad”.
La Fundación James Dyson indicó que la cuarta edición de este premio impulsa el diseño internacional cuyo objetivo es inspirar e impulsar a estudiantes de ingeniería, diseño industrial y/o de producto a resolver un problema real a través de proyectos innovadores o con un punto de vista diferente a inventos existentes.
La empatía entre las personas se ha acentuado en esta época en la que todos se han dado cuenta de lo vulnerables que es el hombre, tras una crisis sanitaria que sigue presente. Poner atención en las necesidades de personas con discapacidad fue la premisa de los proyectos de este año.
En México, el Censo 2020 del INEGI contabilizó en dicho rubro a 20 millones 838 mil 108 personas, una cifra que representa el 16.5% de la población del país, por lo que es importante enfocar esfuerzos en dispositivos que los ayuden a realizar actividades cotidianas.
Los otros mexicanos galardonados son “HandleBot. Brazo mecánico”. Realizado por Pilar Padilla, estudiante de Ingeniería en Innovación y Diseño de la Universidad Panamericana, Campus Guadalajara.
El objetivo principal de este dispositivo es devolver la independencia en diferentes tipos de movilidad a los usuarios, dándoles la posibilidad de realizar sus actividades diarias sin tener que depender de la ayuda de otra persona, en pocas palabras, ser una mano extra para el usuario. Está dividido en tres sectores: las dos manos y el codo, la función de las manos es agarrar cualquier superficie, mientras que el codo permite que el brazo se mueva libremente, por lo que se puede adecuar todo el brazo sin que éste lo obstruya.
La otra finalista fue “IF Brake. Freno de seguridad para silla de ruedas”. Fabricado por Pedro Imanol Betanzos Montolla y Flavio Alonso Juárez Castro, estudiantes de Ingeniería Biomédica por la Universidad Politécnica de Chiapas.
El sistema de frenado cumple dos funciones: 1) detectar obstáculos y 2) detectar caminos inclinados en la trayectoria de una silla de ruedas. Ambas tareas las realiza a través de dos sensores ultrasónicos colocados en la parte lateral de los reposapiés.
Gracias a un giroscopio con Inteligencia Artificial, el IF Brake detecta la inclinación de la silla y registra obstáculos, lo que permite activar el sistema de frenado y redireccionar la trayectoria de la silla de ruedas, o bien, continuar el camino en el caso de tramos en subida. IF Brake es un sistema de frenos de bajo costo, rápido, efectivo y potencialmente disponible para la mayoría de los usuarios de sillas de ruedas que busca brindar mayor movilidad y seguridad a las personas con dificultad para desplazarse.